Dictadura confisca Club Casa España en Nicaragua

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ejecutó una nueva confiscación al tomar por la fuerza el Club Casa España, un prestigioso centro social en Managua. Agentes policiales allanaron el recinto, ubicado en residencial Las Colinas, sin presentar ninguna orden judicial, según denunciaron fuentes diplomáticas españolas.

En mayo de 2022, la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, eliminó la personería jurídica de la Asociación Española Nicaragüense, que administraba el club desde su fundación en 1964. El sábado 29 de marzo, la policía consolidó la toma del inmueble, impidiendo el acceso a empleados y socios.

“Los socios fueron informados de que la toma es definitiva; ni trabajadores ni nadie puede ingresar”, dijo una fuente diplomática a 100% Noticias.

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Tras el allanamiento, la administración del Club Casa España anunció la suspensión indefinida de operaciones. “Por razones de fuerza mayor, suspenderemos nuestras actividades hasta nuevo aviso. Lamentamos los inconvenientes”, comunicaron a diplomáticos españoles vía WhatsApp.

El destino de las instalaciones confiscadas, ubicadas en una de las zonas más exclusivas de Managua, sigue siendo incierto. La dictadura no ha informado sobre su uso, aunque en el pasado ha entregado bienes confiscados a instituciones gubernamentales o aliados políticos.

Relaciones diplomáticas deterioradas

Las relaciones entre Nicaragua y España se han deteriorado significativamente desde marzo de 2022, cuando el régimen expulsó a la embajadora española, María del Mar Fernández-Palacios, acusándola de “intromisión”. Días después, Ortega retiró a su embajador en Madrid, Carlos Midence, alegando “presiones y amenazas injerencistas”.

El Club Casa España se suma a la larga lista de organizaciones desmanteladas por la dictadura. Desde 2018, el régimen ha cancelado más de 5,400 oenegés, reduciendo drásticamente el espacio para la sociedad civil. Críticos del régimen denuncian que estas medidas buscan sofocar la disidencia y restringir la libertad de expresión en Nicaragua.

La confiscación de propiedades y la eliminación de organizaciones independientes refuerzan el control absoluto del régimen sobre la vida política, social y económica del país, dejando a la población y a la comunidad internacional con menos mecanismos para frenar los abusos del poder.