Nicaragua pierde ingresos y visitantes en 2024
Los ingresos por turismo caen un 30.9% y la llegada de visitantes disminuye un 10%. El desplome del sector impacta en otros como Servicios, que cierra con déficit por primera vez en años.


- Managua, Nicaragua
- marzo 30, 2025
- 11:41 AM
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En un momento en que el turismo mundial muestra señales de recuperación post-pandemia, Nicaragua retrocede. Los ingresos por turismo en el país se desplomaron en 2024, alcanzando apenas 510.9 millones de dólares, muy por debajo de los 739.2 millones registrados el año anterior, según el informe anual del Banco Central.
No se trata de una desaceleración cualquiera: es una señal de alarma para un sector que debería ser punta de lanza del desarrollo económico. Sin embargo, bajo la gestión de Anasha Campbell, ministra de Turismo desde 2012, el país parece haber perdido el rumbo. El año pasado, el dictador Daniel Ortega también designó codirectora del Intur a su nuera Mara Vanessa Sttoti, esposa de Daniel Edmundo Ortega Murillo, quien se estrena con el fracaso de la gestión evidenciada por los datos del Banco Central.
Los ingresos por turismo disminuyeron un 30.9% y la llegada de turistas bajó un 10% respecto al año anterior, con 1 millón 085 mil de visitantes. El desplome del sector impacta en otros como Servicios, que cierra con déficit por primera vez en años.
Mientras las autoridades intentan suavizar el impacto destacando un leve aumento en el gasto promedio diario de los turistas, los indicadores de fondo cuentan una historia muy distinta: menos turistas, estancias más cortas y una marcada disminución en la llegada de visitantes desde mercados clave como Sudamérica y Europa.
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El problema no es únicamente económico: es de visión, dice un economista consultado por DESPACHO 505. La promoción internacional de Nicaragua como destino turístico ha sido errática, con escasa innovación y una estrategia que parece desconectada de las tendencias globales. La oferta turística del país —rico en naturaleza, cultura y autenticidad— sigue siendo desaprovechada por una gestión que privilegia la propaganda sobre la planificación a largo plazo.
Crisis sociopolítica y represión inciden
La caída en la llegada de turistas no puede analizarse únicamente desde una perspectiva económica o de gestión institucional. Desde 2018, Nicaragua arrastra una profunda crisis política marcada por la represión estatal, el encarcelamiento de opositores, el cierre de organizaciones civiles y medios de comunicación, y la consolidación de un régimen autoritario bajo el control de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Este clima de inestabilidad y control absoluto ha deteriorado gravemente la imagen del país en el exterior, afectando la confianza de viajeros internacionales y operadores turísticos. La percepción de inseguridad y falta de libertades ha sido un factor silencioso pero determinante en la reducción del flujo de visitantes, especialmente desde Europa y Sudamérica, donde los derechos humanos pesan más en las decisiones de viaje.
Países como Estados Unidos, España, Canadá, Reino Unido e Irlanda mantienen alertas de viaje a Nicaragua por inseguridad, inestabilidad política y represión.
El sector turismo de Nicaragua sigue muy lejos de llegar a los niveles previo a 2018 cuando inició la crisis sociopolítica. En 2017, Nicaragua recibió 1 millón 957 mil turistas.
Impacto en el sector servicios
El retroceso en el turismo ha tenido un efecto dominó. Por primera vez en años, el balance de servicios del país —una medida que refleja el intercambio de servicios con el exterior— cerró con un déficit de 7.9 millones de dólares, arrastrado en buena parte por los bajos ingresos del turismo receptor.
No es un dato menor: detrás de esos números hay empleos perdidos, negocios familiares en crisis y comunidades que dependen del turismo como su principal fuente de ingresos.
"Resulta cada vez más evidente que el modelo actual está agotado. La gestión de Campbell, marcada por la continuidad sin resultados palpables, necesita ser revisada con seriedad. No basta con atraer a unos pocos turistas con poder adquisitivo si el volumen general cae y la estadía se acorta. Tampoco se puede seguir culpando únicamente al contexto internacional cuando países vecinos como Costa Rica y El Salvador muestran avances significativos en este sector", concluye el economista.