Las remesas desde Estados Unidos superan US$13.000 millones en los últimos cinco años

En los últimos cinco años, los nicaragüenses en Estados Unidos han enviado 13.137 millones de dólares en concepto de remesas familiares al país. Es un 73% del Producto Interno Bruto, según cifras del Banco Central analizadas por DESPACHO 505.  

Estados Unidos se ha consolidado como el principal emisor de remesas a Nicaragua, pues en el último año 83 de cada 100 dólares recibidos en remesas llegaron de ese país. 

En el periodo 2020-2024, Nicaragua recibió un total de 17.126 millones de dólares en concepto de remesas, principalmente de Estados Unidos, Costa Rica, España, Panamá y Canadá.

El año pasado se estableció un nuevo récord en la recepción de remesas familiares, pues por primera vez Nicaragua superó los cinco mil millones de dólares. De los 5.243 millones que reportó el Banco Central, 4.340 millones llegaron desde Estados Unidos.

Las remesas procedentes de este país han venido en aumento en los últimos cinco años y son el reflejo de la masiva migración de nicaragüenses a raíz de la crisis sociopolítica y económica provocada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde abril de 2018. 

En el mismo periodo 2020-2024, cerca de 600 mil nicaragüenses migraron a Estados Unidos huyendo de la pobreza y la persecución del régimen.

Al menos 481.000 nicaragüenses cruzaron la frontera de forma irregular y una vez dentro del país solicitaron asilo tras ser detenidos por la Patrulla Fronteriza. Otros 98.000 nicas han llegado en los últimos dos años a través del programa parole humanitario, que fue eliminado este año por el presidente Donald Trump.

Remesas familiares, un pilar de la economía 

En su último informe sobre Nicaragua, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó un “robusto” crecimiento económico, debido, principalmente, a los “muy fuertes” flujos de remesas. 

“El desempeño económico de Nicaragua sigue siendo robusto soportado por políticas macroeconómicas prudentes y flujos de remesas muy fuertes”, indicó el directorio ejecutivo del FMI, al concluir la consulta del Artículo IV con Nicaragua correspondiente a 2024. 

El economista nicaragüense Juan Sebastián Chamorro ha criticado al FMI por alabar las políticas económicas del régimen sin tener en cuenta el factor político y represivo detrás de los datos. 

“El crecimiento de las remesas se explica por el éxodo masivo de nicaragüenses producto del estado de represión. El FMI dice que es algo bueno, pero desde el punto de vista de desarrollo esto es algo negativo que un país crezca en base a la exportación de seres humanos”, explica.

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Reconoce que las remesas han impulsado el consumo interno, pero insiste en que no representan desarrollo.

El economista Óscar René Vargas ha estimado que al menos un millón de hogares reciben remesas en Nicaragua. Si se calcula que en promedio en cada hogar hay cinco miembros, significa que cinco millones de personas reciben ese complemento “para evitar caer en la pobreza extrema”. 

“No dejan de ser pobres, es como un bálsamo para evitar las condiciones de pobreza extrema, pero ese hogar sigue siendo vulnerable”, dice. 

El crecimiento económico del país es “ficticio”, agrega, porque se basa fundamentalmente en el aporte de divisas externas no producida en el país. Las remesas totales del año pasado representaron un 29% del PIB del país.

Los economistas coinciden en que las remesas van a continuar creciendo, pero de una forma más lenta porque el grueso de la ola migratoria ya pasó.

El riesgo de deportación por políticas migratorias de Trump

Las políticas migratorias de la nueva administración Trump amenazan la permanencia legal de miles de nicaragüenses en Estados Unidos.

El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha anunciado nuevas medidas que modificarán de manera significativa el panorama migratorio en el país. Estas políticas incluyen la eliminación de programas de protección para migrantes, restricciones en la concesión de beneficios y cambios en la normativa de ciudadanía.

“Esta situación puede tener un estancamiento en el 2025 porque la política Trump va a frenar la llegada de migrantes a través del parole humanitario y hay incertidumbre entre los nicaragüenses indocumentados que podrían disminuir sus envíos”, advierte el economista Óscar René Vargas.

Desde la crisis de abril de 2018, cerca de un 15% de la población nicaragüense ha salido del país.