Universidades de Nicaragua convertidas en “academias de adoctrinamiento sandinista”
Expertos consideran que el adoctrinamiento que impone la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en las universidades de Nicaragua, condena al país a la "mediocridad y al retraso económico".
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- Managua, Nicaragua
- febrero 13, 2025
- 04:36 AM
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En Nicaragua, la educación universitaria ha sido transformado en lo que analistas describen como “academias de adoctrinamiento sandinista”, en lugar de espacios de formación académica crítica e independiente. Bajo el control del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, las universidades han sido convertidas en centros de ideologización y el culto a la personalidad de los dictadores, lo que representa un grave retroceso para la educación superior del país.
Expertos consultados por DESPACHO 505 advierten que esta situación tendrá consecuencias drásticas en el desarrollo nacional y afectará la competitividad de los nuevos profesionales nicaragüenses en el mercado laboral. “Estamos ante un crimen contra la educación superior. La calidad académica se ha visto desplazada por la propaganda política", explicó uno de los analistas, porque sostiene que los nuevos egresados tendrán una preparación deficiente.
Los expertos consideran que el impacto de este modelo educativo trasciende las aulas, porque la falta de un pensamiento crítico y de una formación académica rigurosa coloca a los egresados nicaragüenses en desventaja frente a profesionales de otros países.
Este año, el régimen anunció que los 240 mil estudiantes universitarios que ingresarán al sistema educativo superior, lo harán de la mano de un “curso introductorio” cuyo fin es afianzar la figura dictarorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.
Lo llamativo este año, es que por primera vez la dictadura sandinista reconoce públicamente la puesta en marcha de su plan de adoctrinamiento político desde las universidades, y que sin ningun pudor intenta “vender” como un avance en materia de educación universitaria, pero que los expertos perciben como un paso más para exterminar la poca calidad educativa superior en el país.
Recientemente, la presidenta del Consejo nacional de Universidades (CNU), Ramona Rodríguez, afirmó que el curso de inducción tiene como propósito fortalecer la “Identidad Nacional y Orgullo Patrio”, a través de los “principios y valores revolucionarios, análisis del pensamiento del general Augusto C. Sandino, estudio del pensamiento del fundador del Frente Sandinista, Carlos Fonseca Amador; y el modelo de desarrollo implementado por el comandante Daniel Ortega y la compañera Rosario Murillo”.
La funcionaria sandinista catalogó el curso político como “fundamental” y lo justificó diciendo que "estamos en un país liderado por el Frente Sandinista”.
“Idolatran” al sandinismo
Un estudiante originario del norte del país, a quien llamaremos “Juan” para proteger su identidad, vino este sábado a Managua para acompañar a un familiar que asiste al “curso introductorio”, relata que las clases son “aburridas” y que buscan “endiosar” a los sandinistas y sanitizar a los opositores.
“Yo hice el curso el año pasado. Te hablan de la historia del partido sandinista, yo recuerdo que te hablan de sus héroes como si fueran dioses, y a cada rato te dicen que estamos en la universidad gracias a Daniel Ortega y Rosario Murillo. En una de las clases, el profe se dedicó a hablar de lo que sucedió en 2018, y su insistencia era que nada de lo que se decía era cierto, y que solo lo que decían los medios sandinistas era la verdad, aunque nadie habla porque da miedo”, narró Juan.
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Contó que los universitarios que solicitan una beca, les resulta humillante tener que hacer una carta a Danie Ortega para pedirle la ayuda. Y agregó que una vez becado, les entregan una tarjeta de asistencia de todas las actividades políticas sandinistas y que son controlado por los miembros de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), el brazo represó del régimen en las universidades públicas.
Exterminan el pensamiento crítico en las universidades
El dirigente estudiantil y exreo político desterrado por el régimen sandinista, Max Jerez, considera que en las universidades de Nicaragua ya no se practica y ni se promueve el pensamiento crítico, porque a la dictadura está más interesada en graduar fanáticos sandinistas que profesionales.
El dirigente de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), uno de los movimientos estudiantiles surgidos al calor de las protestas sociales de 2018, sostiene que el primer paso del régimen para imponer el adoctrinamiento en la educación superior fue las confiscación de centros de estudios privados como la Universidad Politécnica de Nicaragua (UPOLI), La Universidad Centroamericana (UCA), entre otras que eran referencia de la calidad educativa.
Entre diciembre de 2021 y febrero de 2024, la dictadura Ortega-Murillo canceló la personalidad jurídica y confiscó los bienes de 37 universidades e instituciones de educación superior. Y sobre los campus confiscados cambió el nombre para relacionarla con el Frente Sandinista, tal fue el caso de la UCA que la nombró Casimiro Sotelo.
“Ahora es muy difícil hablar de calidad de la educación superior, pues la mayoría de las instituciones existentes son afines o están controladas en su totalidad por funcionarios de la dictadura, lo cual ha hecho que lo más importante sea en la adoctrinamiento político y no cumplir los estándares de calidad”, señala Jerez.
Asimismo, el dirigente juvenil advierte que tampoco queda en el país “ningún vestigio de autonomía universitaria ni de libertad de cátedra”, pues todos los recintos están sometidos a un “régimen de terror y control”, para acallar cualquier expresión de crítica de pensamiento independiente al sistema actual.
“Priorizar el control ideológico y partidario por encima de la calidad académica tiene consecuencias nefastas para la sociedad y la economía nicaragüense”, apunta Jerez.
Adoctrinamiento: “Mediocridad, estancamiento y pobreza”
El exreo político y catedrático Felix Maradiada advierte que la educación superior en Nicaragua ha experimentado un enorme retroceso tras el aniquilamiento de la autonomía universitaria y la censura al pensamiento crítico e independiente “que es la base fundamental del sistema universitario”.
Maradiaga destaca que el desmontaje de la autonomía universitaria y la imposición del “adoctrinamiento sandinista” en las universidades nicaragüenses constituyen “un crimen contra el pensamiento libre”.
“Han reducido drásticamente la calidad académica, sofocando el pensamiento crítico e inhibido la innovación, comprometiendo el futuro de la juventud nicaragüense y condenando al país a un rezago intelectual, económico y social de largo plazo”, advierte Aradiaga.
Agrega que, tras barrer con el modelo de educación superior con el que se amparaba en la autonomía universitaria “el sandinismo ha impuesto un modelo educativo que prioriza la fidelidad política sobre la excelencia académica”.
En ese proceso de adoctrinamiento la dictadura ha introducido asignaturas como “historia revolucionaria” con un sesgo que “glorifica al FSLN y tergiversa la realidad de la represión y la crisis nacional”, mientras que, por otro lado han eliminado o reducido materias críticas como filosofía, ciencias políticas y derechos humanos, porque fomentan el pensamiento analítico.
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Y es que la advertencia no es para menos. El organismo latinoamericanos de defensa a los derechos universitarios Aula Abierta, en un reciente informe sobre la situación de Nicaragua afirma que en el país “se ha instaurado una política de adoctrinamiento ideológico”, con la venia y participación de las autoridades universitarias.
“Las autoridades de universidades públicas permiten y en muchos casos promueven los actos de imposición ideológica y adoctrinamiento dentro de las universidades nicaragüenses”, denuncia el organismos defensor de los derechos universitarios.
Asimismo, señala que en los centros de estudios superiores ”se restringe el pleno ejercicio a libertades y derechos fundamentales como la libertad académica, la libertad de expresión y el derecho a la reunión pacífica, pues al emitir opiniones críticas pueden ser blanco de represalias”, todo ello para favorecer el adoctrinamiento.
Sistema educativo controlado por el régimen
El catedrático y exrector de la confiscada Universidad Pablo Freire (UPF), Adrián Meza, quien tuvo que exiliarse para ponerse a salvo de la represión, analiza que el proceso de destrucción de la calidad universitaria y la imposición de un modelo de adoctrinamiento ha sido ejecutado partiendo de tres elementos: imposición autoridades sin calidad académica, un nuevo currículum pensado para el adoctrinamiento ideológico y una didáctica de sumisión.
Es decir, tanto rectores del CNU como del resto de universidades no tienen calidades para esos cargos, que responden directamente al modelo ideológico de régimen y no velan por la calidad educativa. “El CNU es, evidentemente, el Comité Partidario de Control Universitario, que sirve para eso”, señala.
Asimismo, sostiene que los contenidos curriculares no responden a las necesidades de desarrollo del país, sino al modelo político impuesto por los dictadores, y finalmente, que todo el modelo educativo está pensado para “formar” seres sometidos” sin capacidad crítica y creativa.
“De tal forma que esto anula el espíritu crítico del alumno universitario que se está formando y lo acomoda a un estado cúbico en el que él es incapaz de innovar en su propia profesión”, y eso resultará en grave daño para el desarrollo del país.
Félix Maradiaga, por su parte, sostiene que el adoctrinamiento en materia universitaria “genera una juventud intelectualmente dependiente del Estado, sin capacidad de cuestionar ni proponer alternativas”.
“El control absoluto de las universidades nicaragüenses por parte del FSLN es uno de los mayores crímenes contra el futuro del país”, puesto que, la educación superior, que debería ser un motor de progreso, ha sido convertida en una herramienta de sometimiento. “Mientras Nicaragua no recupere su libertad académica, seguirá condenada a la mediocridad, el estancamiento y la pobreza”, concluye el analista.