Negación de Estados Unidos para reasentar a presos políticos desterrados a Guatemala ha agravado su condición de estrés
La Unidad de Defensa Jurídica (UDJ, denunció las torturas contra los reos no estaban encaminadas contra su condición física sino contra su estado mental y sensorial, situación que se complicó con la negativa de entrada a los Estados Unidos.
- Managua, Nicaragua
- enero 15, 2025
- 03:03 PM
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La condición de salud mental de 38 de los 135 presos políticos que fueron desterrados a Guatemala se ha complicado en los últimos días, como consecuencia de la negativa de Estados Unidos de permitirles el ingreso bajo el programa de Movilidad Segura.
La Unidad de Defensa Jurídica (UDJ, denunció las torturas contra los reos no estaban encaminadas contra su condición física sino contra su estado mental y sensorial, situación que se complicó con la negativa de entrada a los Estados Unidos.
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Entre las torturas sicológicas contra los reos políticos estaba la interrupción de sueño en horas de la noche mediante golpes de las tonfas en los barrotes de las celdas, la negativa de patio sol, la inoportuna atención médica, la inadecuada alimentación, así como gritos.
“Ese tipo de práctica ha conllevado a afectaciones post excarcelación, ya que se han visto casos de excarcelados que están padeciendo de problemas intestinales producto a la mala condición del agua y la alimentación. Algunos excarcelados estaban tan afectados psicológicamente que tuvieron que dormir en el piso de los hoteles durante varios días, ya que no podían conciliar el sueño en una cama”, denunció la UDJ.
El organismo apuntó que “gran parte de los excarcelados expresaron ardor en los ojos, pues no estaban acostumbrados a estar expuestos al aire libre y al sol. La mayoría tiene demasiada desconfianza aún estando en Guatemala, lo cual demuestra el terror de volver a sufrir represalias”.
Con dificultad para costar destierro
La Unidad de Defensa Jurídica también denunció que los excarcelados políticos -a quienes el régimen de Daniel Ortega les fabricó delitos- son de familias de escasos recursos económicos, por lo que no pueden costear su destierro.
“La mayoría de las 135 personas desterradas son provenientes de familias de escasos recursos. Para ellos ha sido muy difícil poder asumir el destierro forzado hacia otro país, tomando en cuenta que la mayoría nunca había salido de Nicaragua. Por las limitaciones económicas, muchos han tenido problemas para reunificarse con su núcleo familiar en Guatemala para proceder juntos con el trámite migratorio”, anotó el organismo.
Recientemente, 38 de los 135 desterrados a Guatemala, denunciaron que al momento de ser desterrados, funcionarios estadounidenses les dijeron que su estadía en ese país sería de forma temporal porque iban a aplicar al proceso de Movilidad Segura para ser reasentados en Estados Unidos y contrario a ello, les impidieron el ingreso a ese país.
Los funcionarios de Ciudadanía y Migración de los Estados Unidos los rechazaron alegando falta de credibilidad en sus testimonios o en las pruebas aportadas, así como la existencia de los delitos por los que el régimen los acusó.
“A pesar de las pruebas de que son perseguidos políticos, Estados Unidos les ha cerrado la puerta del reasentamiento, lo que suma un mayor estrés para estas personas cuya nacionalidad también les fue despojadas y están en la vulnerable situación de apatridia”, apuntó UDJ.
“Los familiares de las 135 personas desterradas también han tenido afectaciones psicológicas. El área forense de la UDJ realizó 11 sesiones de contención a familiares, quienes han mostrado signos de estrés postraumático, tristeza profunda, estados de hipervigilancia, crisis de angustia, ansiedad, labilidad afectiva y/o entre otras afectaciones. Se han registrado casos donde la policía ha seguido dándole vigilancia a los familiares, incluso llegando a su casa (alquilada, que no es de su propiedad) para tomarles fotos y hasta para preguntarles cuántas personas viven en su casa”, agrega la denuncia del organismo.
Sin agua para aseo personal
En entrevistas a diversos medios de comunicación, parte de los excarcelados denunciaron que los funcionarios del Sistema Penitenciario Jorge Navarro, conocido como cárcel “La Modelo”, suministraban agua sucia y en muchos casos, el agua limpia les era negada.
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El periodista Víctor Ticay contó en una ocasión que tuvo que limpiarse el cuerpo con paños húmedos porque los funcionarios le suministraron un litro de agua para su higiene.