Costa Rica reporta pérdidas millonarias por falta de mano de obra nicaragüense en el corte de café

La caficultura en Costa Rica inició el año 2025 con pérdidas estimadas entre el 5% y el 10% debido a la caída del grano provocada por las lluvias y la falta de mano de obra de migrantes nicaragüenses, según organizaciones gremiales.

“Para nosotros el tema se está convirtiendo en algo trascendental porque cada vez es menos la gente que va al campo y cada vez es más rápida la fecha de maduración del grano. Es decir, hay más café, pero menos mano de obra. Hay fincas que necesitan 20 peones y hoy en día tienen siete”, dijo Christian Chinchilla Valverde, gerente de la cooperativa Coopedota.

Por su parte, Martín Hidalgo gerente técnico de Icafe, dijo que además de los problemas climáticos, el rubro tuvo problemas de mano de obra a raíz de las nuevas políticas migratorias impulsadas por la dictadura en Nicaragua.

Pérdidas millonarias 

“Si nosotros establecemos la pérdida inicial que tuvimos de las 235 mil fanegas y le colocamos un precio promedio de ventas de unos 279 dólares estaríamos hablando de una pérdida cercana a 60 millones de dólares de la actividad de café en Costa Rica”, alegó.

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Históricamente el trabajo de recolección del grano ha estado en manos de dos grupos poblacionales: migrantes nicaragüenses y personas ngöbe-bugle, procedentes de Panamá, explican las gremiales a medios ticos.

Las medidas restrictivas y de criminalización que el régimen de Ortega ha impuesto sobre los migrantes nicaragüenses irregulares han hecho que los cortadores de café hayan viajado más lejos y por más tiempo como a España y Estados Unidos.

El régimen de Daniel Ortega reformó la Ley de Migración y Extranjería para legalizar las expulsiones, destierros y la negativa de entrada o salida de nicaragüenses y extranjeros que representen un “riesgo social”, o que según el régimen, puedan “menoscabar la soberanía nacional”.

La reforma incluye también una adición a la Ley 641 o Código Penal de la República de Nicaragua para castigar con penas de dos a seis años de cárcel a los nicaragüenses que entren, salgan o pretendan salir del territorio nacional de forma irregular.

“Cuando la evasión de control fronterizo sea con fines de cometer delito de traición, previsto y sancionado en el artículo 409 del Código Penal, la pena por imponer se aumentará en un tercio en los límites mínimos y máximos”, detalla la reforma al Código Penal.