Condenan a 15 años a mujer que mató a su esposo "en defensa propia"

El juez José Cortés Domínguez, titular del Juzgado Primero de Distrito Penal de Juicio de Carazo, sentenció a 15 años de cárcel a Yanilda Cantillano Amador, por el parricidio de su esposo, Luis Amado Herrera Moncada, pese a que en el proceso judicial, quedó evidenciado que actuó en defensa propia y en la de sus hijos de 18 y 4 años, que procreo con la víctima. 

Durante el juicio salió a luz, el largo historial de maltrato físico y agresiones verbales que vivió Cantillano desde que tenía 13 años y convivió al lado de Herrera. Esa vida de violencia culminó trágicamente a eso de las 8:30 de la noche del 20 de agosto del año pasado, cuando la mujer privó de la vida a su agresor propinandole una herida en el cuello, en medio de un forcejeo que se produjo cuando el marido intentaba atacarla con el mismo cuchillo.

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La tragedia ocurrió en la casa que ambos cohabitaban, en el barrio Villa Santiago, en la ciudad de Jinotepe, en el departamento de Carazo.

Los relatos conocidos durante el proceso judicial detallan que, en el momento del forcejeo ella gritaba pidiendo ayuda a los vecinos, pero quienes la escucharon ignoraron el pedido de auxilio, aduciendo que no se metían en pleitos de pareja. 

La sentencia, dictada el pasado 7 de enero expone en sus conclusiones que se reconoce el "ciclo de violencia" que reiteradamente vivió Cantillano y que al momento de los hechos, Herrera la amenazaba con un cuchillo deciéndole que mataría a sus dos hijos.

Aún con todos esos argumentos, el judicial la declaró culpable y la condenó a pasar 15 años en la cárcel, tras argumentar que la "legítima defensa no encaja jurídicamente en dicho caso",  pues, según el juez sentenciador, la acusada "tenía el deseo de hacer desaparecer a su agresor", producto del círculo de violencia del cual era víctima.

Asimismo, el judicial agumentó su sentencia señalando que ella esperó el momento ideal para cometer el hecho y que una vez que logró su cometido, trató de borrar todas las evidencias para "crear un falso escenario para representar un suicidio". 

En el juicio también se demostró que el fallecido era 17 años mayor que la acusada y que estableció una relación de pareja con ella desde que tenía 13 años de edad. 

Cuando el hijo mayor de ambos tenía 6 años, ella decidió separarse del hombre producto del maltrato que la hacía sufrir. Se fue a vivir a Managua con una hermana, pero en el expediente judicial, consta que Herrera la fue a buscar y la convenció para que se fueran a vivir a Jinotepe, donde continuaron los episodios de maltrato. 

Cantillano señaló en el juicio que nunca lo denunció por temor a que su pareja cumpliera sus amenazas de hacerles daño porque el sujeto era consumidor constante de drogas y licor. Debido a que Herrera no trabajaba, a ella le tocaba sufragar los gastos del hogar y de sus hijos. 

Discusión termina en tragedia

El día de los hechos, el ahora occiso empezó a reclamarle a su pareja por haber salido tarde del trabajo y cuando ella se dirigió a su habitación, la siguió para continuar los reclamos y después empezaron a forcejear. 

Luego Herrera se dirigió a la cocina para tomar un cuchillo y regresó a la habitación de la mujer para amenazarla y en ese instante llegó el hijo de 18 años quien trató de intervenir en la discusión al ver que su papá tenía un cuchillo.

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Posteriormente ella salió a la sala y el marido la siguió, volvieron a forcejear y fue en ese instante que el hombre cayó sobre un colchón que estaba en el piso, ella le quitó el cuchillo y le propin la herida en el cuello. Cantillano intentó hacer creer a la Policía que se había suicidado.

"Ella nunca quiso herir a mi papá, solo se estaba defendiendo. Si mi mamá no le hubiera quitado el cuchillo, nos hubiera matado a todos", declaró el hijo mayor de la pareja ante el juez. El joven dejó claro en su testimonio que no vivían tranquilos, porque su papá llevaba a la casa a hombres a consumir drogas y licor.