Iglesia de Honduras acoge a cuatro sacerdotes nicaragüenses desterrados y perseguidos por la dictadura

Dos sacerdotes fueron desterrados a Roma, otro llegó porque era perseguido y otro fue acogido porque su congregación dejó de operar en Nicaragua.

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Sacerdotes nicaragüenses desterrados Jaime Iván Montesinos Sauceda, Fernando Calero y José Miguel Figueroa. Fotos tomadas de redes sociales. CORTESÍA / DESPACHO 505
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Despacho 505
  • Managua, Nicaragua
  • enero 06, 2025
  • 05:37 PM

La Diócesis de Danlí, en Honduras, ha acogido a cuatro sacerdotes nicaragüenses desterrados y perseguidos por el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, quienes ya se encuentran realizando labores pastorales.

“En este momento son cuatro sacerdotes nicaragüenses que están ya con nosotros en la Diócesis de Danlí, tres de ellos son párrocos y uno de ellos está de vicario. Dos de ellos fueron deportados a Roma, uno de ellos vino perseguido y al otro, su congregación tuvo que suprimir su presencia en Nicaragua”, explicó a DESPACHO 505 monseñor José Antonio Canales.

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El obispo hondureño, quien ha seguido de cerca la situación de persecución y ataques que vive la Iglesia católica en Nicaragua, explicó que uno de los curas acogido en esa diócesis, aunque no fue desterrado, decidió salir del país como consecuencia del hostigamiento del régimen.

“Uno de esos padres, su congregación cerró labores en la iglesia nicaragüense y el otro llegó porque estaba demasiado hostigado, no fue expulsado, pero dijo que su vida se había vuelto insoportable en Nicaragua”, apuntó.

¿Quiénes son los sacerdotes nicaragüenses en Honduras?

Entre los sacerdotes que fueron acogidos por la Diócesis de Danlí se encuentran el padre Jaime Iván Montesinos Sauceda, recientemente nombrado párroco de la iglesia San Isidro Labrador, ubicada en el municipio de Güinope, en el departamento El Paraíso, Honduras.

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El padre Montesinos, quien en octubre de 2023 fue desterrado a Roma, se desempeñaba como titular de la parroquia San Juan Pablo II de la comarca Villa Chagüitillo, en el municipio de Sébaco, departamento de Matagalpa, cuya diócesis es pastoreada por monseñor Rolando Álvarez Lagos, también desterrado a Roma por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en enero de 2024.

Otro cura acogido en Honduras es el padre José Miguel Figueroa, también desterrado a Roma. Fue nombrado párroco de la recién creada parroquia San Lucas Evangelista que comprende a los municipios de San Lucas y San Antonio de Flores en el departamento El Paraíso.

Figueroa pertenece a la congregación Santísimo Sacramento, con sede en León, fue arrestado el 28 de diciembre de 2023, cuando se dirigía a celebrar una misa.

El cura estaba al frente de la iglesia Nuestra Señora de los Desamparados “El Calvario”, en el municipio de El Viejo, en el departamento de Chinandega.

Monseñor Canales también designó al padre Fernando Isaías Calero Rodríguez como vicario en la parroquia Santa María de Suyapa para un sector del Valle de Jamastrán, en el municipio de Danlí.

El padre Calero en Nicaragua estaba a cargo de la parroquia Nuestra Señora de Fátima en el municipio de Rancho Grande, de la Diócesis de Matagalpa y fue detenido por la Policía en diciembre de 2023. Fue desterrado a Roma en enero del año pasado junto a monseñor Rolando Álvarez.

Sacerdote colombiano que misionó en Nicaragua acogido en Danlí

Otro de los nombramientos pastorales realizados por la Diócesis de Danlí, Honduras, fue el del sacerdote Yeider Julián Garay Pacheco, de origen colombiano, a quien designó como vicario de la parroquia Nuestra Señora del Carmen en el sector de Jutiapa, municipio de Danlí.

El padre Garay fue vicario en la parroquia San Sebastián de Yalí, en el municipio del mismo nombre, en el departamento de Jinotega.

Monseñor Canales aclaró que la Iglesia de Honduras no ha solicitado a ninguno de estos sacerdotes, quienes fueron acogidos después de evaluar sus casos.

El obispo de Danlí confía en que los sacerdotes  que se encuentran dentro de Nicaragua puedan ejercer sus labores pastorales sin inconvenientes.

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