Superar divisiones, renovar estrategias y fortalecer la resistencia interna: retos de la oposición en Nicaragua
La oposición nicaragüense enfrenta grandes desafíos para enfrentar al régimen este año preelectoral. Te contamos cuáles son y por qué son decisivos para el futuro democrático del país.
- Managua, Nicaragua
- enero 04, 2025
- 09:00 AM
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A casi siete años del inicio de la crisis sociopolítica en Nicaragua, la oposición enfrenta el desafío urgente de superar sus divisiones internas y plantear nuevas estrategias frente al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que ha consolidado su poder a través de la represión y el control absoluto de las instituciones, coinciden analistas y opositores consultados por DESPACHO 505.
Con espacios democráticos cerrados y una fragmentación interna, la oposición —cuyas principales figuras están en el exilio— se enfrenta a la urgente necesidad de replantear sus estrategias y construir una unidad sólida. La coyuntura actual exige claridad de objetivos, coordinación y compromiso ético para contrarrestar un sistema que vulnera derechos humanos e instituciones.
Estos son los principales retos de la oposición para este 2025, año pre electoral en Nicaragua.
Unidad: un desafío histórico
La fragmentación histórica por liderazgos personalistas y diferencias ideológicas sigue siendo un obstáculo. Félix Maradiaga, exaspirante presidencial, enfatiza que la lucha no puede centrarse en figuras individuales, sino en un plan estratégico que ofrezca esperanza y cohesión.
“La unidad no puede depender de figuras individuales. Debemos organizarnos alrededor de un plan que busque la restauración de la democracia y la reconstrucción de Nicaragua”, señaló Maradiaga, quien considera que la falta de coordinación estratégica ha debilitado los esfuerzos opositores, agravando la fragmentación interna.
Por su parte, Luis Blandón, presidente de Unamos, considera que la crisis de legitimidad del régimen representa una oportunidad para la oposición. “Es un régimen sin respaldo social, ni siquiera de su base popular, lo que lo obliga a sostenerse únicamente con la fuerza armada. La oposición debe capitalizar políticamente esta debilidad”, afirma.
El rol del exilio y la resistencia interna
El exilio, obligado por la represión, mantiene viva la denuncia internacional. Sin embargo, Maradiaga destaca la importancia de vincularlo con la resistencia interna, para diseñar estrategias conjuntas que respalden las iniciativas locales.
“La articulación entre el exilio y la resistencia interna es vital para diseñar estrategias conjuntas que sean efectivas dentro y fuera del país”, dice el politólogo.
A pesar del incremento de la vigilancia y la represión, los actos de resistencia interna, aunque silenciosos, continúan siendo un símbolo de lucha.
El papel de la comunidad internacional
El analista político Napoleón Campos advierte sobre el financiamiento que recibe recibe la dictadura a través del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), calificándolo como un apoyo que ha sostenido al régimen.
“Este respaldo enfrenta crecientes cuestionamientos internacionales. Si Estados Unidos y otros actores activan medidas que limiten este financiamiento, sería un golpe significativo para Ortega”, explica.
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Por su parte, Maradiaga dice que la lucha debe internacionalizarse aún más, explicando al mundo que Ortega no es solo un problema nicaragüense, sino una amenaza internacional por sus vínculos con regímenes autoritarios como Rusia, China e Irán.
Luis Blandón coincide en que la comunidad internacional debe mantenerse como aliada estratégica con más presión diplomática y sanciones específicas que deben alinearse con las acciones opositoras para mantener a Nicaragua en la agenda global.
“La oposición debe redoblar esfuerzos para alinear sus acciones con los aliados internacionales, promoviendo sanciones focalizadas y acciones diplomáticas que mantengan el tema de Nicaragua en la agenda global”, comenta.
La persecución a la Iglesia
La dictadura ha intensificado la represión contra la Iglesia católica, un símbolo de resistencia en Nicaragua. Desde la prohibición de procesiones hasta la detención de sacerdotes, el hostigamiento busca silenciar cualquier disidencia. El retorno de la democra a Nicaragua también traería nuevamente el respeto a la libertad religiosa y la libertad de expresión.
"Mientras la dictadura sandinista continúe en el poder la iglesia católica será perseguida", advierte la investigadora Martha Patricia Molina, quien ha documentado los ataques contra la Iglesia desde el 2018.
La activista y defensora insta a la oposición a no perder la esperanza ni el enfoque. Según ella, es fundamental que los diferentes sectores de la sociedad trabajen en unidad para superar las barreras internas y enfrentar al régimen con una estrategia renovada y efectiva.
Urge un mensaje que conecte con la población
A pesar del desánimo provocado por años de represión, líderes opositores coinciden en la importancia de construir un mensaje que conecte con la diversidad del pueblo nicaragüense.
“La oposición debe articular un mensaje que conecte con el pueblo nicaragüense en su diversidad, incluyendo a aquellos que en el pasado apoyaron al sandinismo pero que hoy están desilusionados”, explicó Maradiaga. Este mensaje, agrega, debe ser inclusivo y tender puentes hacia sectores clave, particularmente hacia aquellos trabajadores públicos y ciudadanos que han mantenido una postura crítica pero no radical contra el régimen.
En conclusión, el futuro de la oposición nicaragüense dependerá de su capacidad para superar las diferencias ideológicas, articular una agenda común y movilizar a la población en torno a un objetivo compartido: la restauración de la democracia.