20 años de cárcel para costarricense que asesinó a su vecino nicaragüense en Escazú

El abogado de la familia de la víctima argumentó que el homicidio estuvo motivado por un odio xenófobo. Otoniel Orozco era un emprendedor matagalpino que había fundado una empresa de seguridad.

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Eduardo Ramírez Zamora al momento de ser capturado. CORTESÍA / DESPACHO 505
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Despacho 505
  • San José, Costa Rica
  • diciembre 20, 2024
  • 10:05 PM

La justicia de Costa Rica sentenció a Eduardo Ramírez Zamora, de 43 años, a 20 años y dos meses de prisión por el asesinato de su vecino, el nicaragüense Otoniel Orozco Mendoza, de 53 años. El crimen, ocurrido el 3 de junio pasado en el residencial Río Palma, en Guachipelín de Escazú, quedó registrado en una cámara de seguridad.

Según los hechos confirmados durante el juicio, el asesinato se produjo tras una discusión entre las esposas de ambos vecinos por problemas con el suministro de agua. Ramírez Zamora intervino y, al enfrentarse físicamente a Orozco, sacó un arma y le disparó seis veces, causándole la muerte en el lugar.

¿Motivado por xenofobia?

El abogado de la familia de la víctima, José Francisco Ayala, argumentó que el homicidio estuvo motivado por un odio xenófobo. Durante el proceso judicial, se presentaron testimonios de vecinos y grabaciones donde Ramírez Zamora realizaba comentarios despectivos hacia Orozco por su nacionalidad nicaragüense.

¿Cómo es posible que yo esté pagando esta propiedad tan cara para tener a un nica al lado?”, habría exclamado Ramírez según los testigos. Ayala afirmó que estas expresiones de desprecio fueron un factor clave que llevó al crimen.

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“La xenofobia fue el motor de este homicidio, dejando a la familia de Otoniel desprotegida y destruyendo sus esfuerzos por salir adelante en Costa Rica”, declaró el abogado al diario La Nación.

La vida de la víctima

Otoniel Orozco, originario de Ciudad Darío, Matagalpa, era un emprendedor que había fundado una empresa de seguridad en Costa Rica, país al que llegó en busca de mejores oportunidades. Era padre de cinco hijos, cuyas edades oscilan entre uno y 19 años.

Previo al asesinato, Ramírez Zamora enfrentaba otro proceso judicial por una agresión armada contra Orozco en 2020. Dicho juicio estaba programado para el 2 de julio, pero el homicidio ocurrido semanas antes lo dejó sin efecto.

El cuerpo de Orozco fue trasladado a Nicaragua, donde recibió sepultura en su ciudad natal.

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