Crimen de trabajadora sexual cumple un año y medio en impunidad

Dieciocho meses han transcurrido desde que la trabajadora sexual Hazel Johana Mejía Traña, de 36 años, fue encontrada semienterrada en un predio baldío ubicado en el barrio Sabana Grande, del distrito 6 de Managua, pero hasta hoy se desconoce quién o quiénes la asesinaron, ni por qué lo hicieron.  

El o los asesinos le privaron la vida por la vía del estrangulamiento, hecho confirmado por el Instituto de Medicina Legal de Managua.  

A Hazel la vieron por última vez en el sector de La Subasta del distrito 6 de Managua, a eso de las once de la noche del 4 de junio del 2023, cuando abordó un vehículo que pasó por dicho lugar. Tres días después, encontraron su cadáver.

La víctima había salido a trabajar la noche del 4 de junio con dirección a La Subasta, donde personas que la conocían sospechan que fue asesinada por un cliente.

Para una defensora de los derechos de las mujeres de la Organización Católicas por el Derecho a Decidir, el crimen de Hazel refleja que las autoridades policiales no han realizado una buena investigación y tampoco muestran interés por esclarecer el caso.

"Hasta hoy no han mostrado interés por dar con el autor del femicidio de Hazel y tampoco hay una buena investigación, porque hasta video hay en los que se observa el momento en el que ella subió al vehículo que era conducido por un hombre", explicó la defensora de los derechos de las mujeres.  

En su casa, sus familiares no pierden las esperanzas de que se haga justicia por la terrible muerte de Hazel; a pesar de que no saben si las investigaciones policial continúan.

Hazel fue una de las 52 mujeres asesinadas en Nicaragua en el 2023, según las estadísticas de la Organización Católicas por el Derecho a Decidir.