Sergio Ramírez: "Está llegando el tiempo en que uno debe preguntarse sobre la forma en que quisiera ser recordado"
Sergio Ramírez, de 82 años, hace un repaso de su legado y se declara un apasionado de la escritura, comprometido con justicia social y "un devoto de las esperanzas y los ensueños"
- diciembre 06, 2024
- 09:35 AM
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El escritor nicaragüense Sergio Ramírez compartió una profunda reflexión en la que encara el proceso natural de la muerte y dice cómo desea ser recordado.
"Como parece que está llegando el tiempo en que uno debe preguntarse sobre la forma en que quisiera ser recordado, no tengo duda en responderme a mí mismo que quisiera serlo, antes de nada, como escritor", expresa el Premio Cervantes 2017 que a sus 82 años afronta un exilio forzado en España debido a la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, a quien en los años 80, tras el triunfo de la Revolución Sandinista, acompañó como vice presidente, pero del que acabó totalmente distanciado.
Ramírez, en su escrtito defiende que a lo largo de su trayecto vital ha tenido "diferentes andaduras" y citó como máxima una frase que el poeta romano Terencio incluye en su obra a El verdugo de sí mismo: “nada de lo que es humano me es ajeno”. Repasó que su vida ha estado marcada por un compromiso inquebrantable con la escritura, pero no solo como una forma de arte, sino como un medio para confrontar las injusticias y dar voz a los olvidados.
"Quiero también ser recordado como un escritor que nunca apagó la luz mientras escribía, y mantuvo siempre la ventana abiertaa los ruidos y rumores del mundo, a las anormalidades de la opresión y la injusticia, a las violencias del poder tirano", subraya.
"Escribiente devoto de las esperanzas"
Reafirma que la escritura ha sido su pasión. Sus primer relato, El estudiante salió a luz en 1960, no obstante, el multipremiado escritor recuerda que narrar es un arte que descubrió desde muy niño, a los seis, cuando dibujaba historias con una tiza en el piso de la tienda de abarrotes de su padre en Masatepe, su cuidad natal.
También pide ser recordado como un "escribiente devoto de las esperanzas y los ensueños de los pequeños seres que decía Chéjov, y que pueblan el universo de Joseph Roth, riéndome de ellos y riéndome con ellos, riendo de mí mismo antes de reírme de nadie, como me enseñaron mis tíos en la rueda de cada tarde".
En su reflexión, Ramírez también destacó la influencia de su linaje familiar: un abuelo paterno músico y compositor de valses y de misas de réquiem, y un abuelo materno liberal positivista, evangélico de religión, artesano, químico y mecánico. Esa combinación de imaginación y rigor, simbolizada por "el papel pautado y el papel de lija, el arco del violín y el escoplo del carpintero", definió su identidad como escritor afirma.
Con estas palabras, Sergio Ramírez reafirma su legado como un narrador apasionado y comprometido con justicia social, siempre conectado a las complejidades del curso de la sociedad.
Sergio Ramírez se h destacado por su prolífica carrera literaria y su influencia en la literatura latinoamericana. A lo largo de su vida, a través de sus obras ha tocado temas profundos como la política, la memoria histórica y las luchas sociales.
Trayectoria
Nació en Masatepe, Nicaragua, en 1942. En su obra se encuentra la influencia de su experiencia en la Revolución Sandinista y también en su el exilio qe vive a raíz de la crisis sociopolítica estalló en 2018 en Nicaragua y que derivó en la instauración de la dictadura Ortega-Murillo.
A lo largo de su trayectoria, ha publicado numerosas novelas, cuentos y ensayos, destacándose como una figura literaria comprometida con los temas de libertad y justicia. Entre sus logros más importantes, está el Premio Cervantes (2017), el mayor galardón de la literatura en lengua española; el premio Premio Alfaguara de Novela (1998), por su novela "La fugitiva"; Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña (2023), galardón que reconoce la trayectoria y excelencia literaria de los intelectuales en Iberoamérica, que Ramírez recibió junto a la escritora Gioconda Belli.