Católicos: La carta del Papa a Nicaragua “llena de amor y esperanza” al pueblo

El papa Francisco expresó este lunes su "cercanía" a los católicos de Nicaragua ante "las dificultades, incertidumbres y privaciones" que enfrentan bajo el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. "Estoy con ustedes", trasladó en una carta pastoral el Pontífice. El mensaje llega  mientras la Iglesia dentro del país padece en silencio la peor represión: intimidación, persecución, destierro y exilio.

La carta pastoral, dice el obispo de la Diócesis de Danlí, Honduras, monseñor José Antonio Canales, es un bálsamo para los católicos y para el pueblo nicaragüense que en medio del temor por el terror que impone el la dictadura "no pueden arrebatar la fe". Asimiso, desdeca que el mensaje del Papa “está muy en sintonía” con el mensaje emitido por los obispos centroamericanos el pasado viernes 29 de noviembre en el que llaman a orar por la Iglesia perseguida de Nicaragua,

“Está muy en sintonía con lo que los obispos centroamericanos acabamos de decretar para el próximo 8 de diciembre. Nos alegra mucho que haya esa sintonía justamente en torno a la novena y la propia solemnidad de la Inmaculada Concepción, patrona de Nicaragua”, dijo Canales a DESPACHO 505.

En la carta, el Sumo Pontífice resalta que “la libertad nadie nos la puede arrebatar”, una frase que tiene eco en un pueblo oprimido como Nicaragua en el que la dictadura se ha ensañado hasta con la fe cristiana. Sobre esto, el obispo hondureño destaca que “cada uno sabrá asumir qué palabras le tocan” de acuerdo a la posición en la que se encuentre en la sociedad nicaragüense.

La abogada e investigadora Martha Patricia Molina dice que el papa Francisco reconoce en esta carta que el país está atravesando momentos difíciles, lo que refleja que da seguimiento y atención a la “grave situación” de Nicaragua.

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“Reconoce que estamos pasando momentos difíciles, dificultades, incertidumbres y  privaciones. Pero nos dice que ‘Dios está primero’ y que debemos ‘caminar juntos’”, analiza Molina.

La autora de la serie de informes “Nicaragua: ¿una iglesia perseguida?” resalta que la carta “llena de amor y esperanza a todo el pueblo de Dios” y que el papa muestra su cercanía con los nicaragüenses.

“Temor” en la Iglesia no sorprende

Pocas horas después de que se conociera el contenido de la carta enviada por el papa, las autoridades religiosas de Nicaragua orientaron a las parroquias de las diferentes diócesis del país no darle difusión al texto en sus medios digitales para que “no haya esa sed de venganza” por parte del aparato represor del régimen.

“En este momento todo lo que sea escrito por la Conferencia Episcopal de Nicaragua sería motivo para la dictadura sandinista para continuar expulsando a obispos y el Papa Francisco sabe eso”, declaró Martha Molina a DESPACHO 505.

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Monseñor Canales lamenta que Nicaragua haya “retrocedido 300 años” con el régimen de Daniel Ortega, y por los vejámenes que este ha cometido en los últimos seis años, no le sorprende que haya “temor” en la Coordinación de comunicación de la pastoral de la Iglesia católica nicaragüense.

“No me sorprende que haya este temor de parte de los medios propios de la Iglesia allá, pero eso no es ningún problema, la carta está llegando por todas partes a los nicaragüenses, que la difundan o no los medios católicos se entiende por lo que está pasando allá, pero la carta ya está ampliamente difundida en todas las redes y no habrá nicaragüense que no la pueda leer, punto final”, afirmó el obispo de Danlí.

Ortega no puede contra la fe

Canales sostiene que la idea que tiene el régimen “es socavar a la Iglesia católica” porque es la única voz que ha quedado y que “les incomoda”, y que por eso “pretenden eliminarla al precio que sea”.

“Lo que no van a poder hacer, yo lo siento mucho por ellos, y es que en el corazón de los nicaragüenses no pueden entrar. Ellos pueden confiscar periódicos, todo lo que han hecho, pero nunca van a poder confiscar el corazón católico de los nicaragüenses, ahí no pueden entrar, no puede entrar la policía, no pueden interrogar. La fe continúa y después de esto vamos a tener una Iglesia nicaragüense más valiente, más fuerte y más evangelizadora, no tengo ninguna duda”, concluye el monseñor Canales.