Monseñor Miguel Mántica, desterrado por la dictadura, asume una parroquia en Costa Rica

Monseñor Miguel Mantica, sacerdote nicaragüense desterrado por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en enero de este año, tomó posesión como nuevo párroco de la iglesia Patriarca San José, Aguas Zarcas, en la diócesis de Ciudad Quesada, en Costa Rica, donde está exiliado.

Tras su destierro, monseñor Mantica había sido acogido en esa parroquia y nombrado vicario de la misma desde abril de este año, pero este domingo asumió como párroco, informó el obispo de Ciudad Quesada, monseñor José Manuel Garita, en su cuenta de Facebook.

"Al padre Miguel le corresponde hacer presente a Cristo Rey; testimoniar sus palabras y actitudes, ser imagen del Buen Pastor, su mansedumbre y humildad. El párroco tiene como misión entregar la vida, enseñar, santificar y apacentar. Encomendamos al Señor el ministerio del padre Miguel, ¡que sea muy feliz y fecundo en esta comunidad!", dijo.

Desterrado junto a monseñor Rolando Álvarez

En Nicaragua, monseñor Mantica era desde abril de 2011 párroco de la iglesia San Francisco de Asis, en Bolonia, sustituyendo a monseñor Rolando Álvarez, quien en ese momento fue trasladado a Matagalpa como obispo de la diócesis de esa ciudad.

Es hijo del empresario Felipe Mantica, propietario de los supermercados La Colonia.

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Monseñor Mantica fue secuestrado el pasado 30 de diciembre de 2023 y desterrado 15 días después hacia Roma, junto a otros 15 sacerdotes, entre ellos monseñor Rolando Álvarez, además de tres seminaristas.

En abril de este año, monseñor Mantica fue reubicado por la Iglesia en Costa Rica y acogido en la parroquia de la cual ahora está a cargo.