Prohiben la entrada a Nicaragua a otro sacerdote

La dictadura prohibió el ingreso a Nicaragua de un sacerdote católico. La decisión le fue comunicada por la aerolínea en la que tenía planeado viajar de regreso al país procedente de Estados Unidos, según denunció la investigadora Martha Patricia Molina. 

Molina, que desde 2018 se dedica a documentar la persecución a la Iglesia de Nicaragua por parte de la dictadura, ha hecho público el caso bajo el compromiso de proteger la identidad del afectado. "Tiene miedo a represalias", dijo a DESPACHO 505. 

La investigadora enfatizó que se trata de religioso de nacionalidad nicaragüense, con el que ha podido reunirse personalmente, que se suma a los más de 250 religiosos expulsados, desterrados o forzados al exilio mediante bloqueo migratorio desde abril de 2018.

Durante el encuentro, contó Molina, el sacerdote le dio todos los detalles sobre cómo fue informado de la prohibición de regresar a su país sin tener ninguna posibilidad de acción. "La línea aérea lo que le dijo fue que debía dirigirse al Consulado (de Nicaragua) más cercano de donde él se encontrara para que le dieran mayor información respecto a esta prohibición que había hecho el gobierno de Nicaragua", comentó.

Agregó que, de momento, ella le ha brindado acompañamiento al religioso para exponga su caso ante instancias internacionales que dan seguimiento a la graves violaciones a los derechos fundamentes que ocurren en Nicaragua. Adelantó que el sacerdote también brindará su testimonio ante organismos de derechos humanos y presentará las evidencias tanto de la negativa a su derecho a regresar a su país como de la represión policial a la que fue sometido y que soportó en silencio.

El sacerdote confió a Molina que dentro de Nicaragua sufrió asedio policial y que, incluso sometido a interrogatorios. "Me dijo que en varias ocasiones él fue interrogado por la Policía sandinista y citado. Tiene también la citatoria que le hicieron y todo esto en presentar a los derechos humanos", agregó la investigadora. 

Según el Colectivo de Derechos Humanos Nunca Más, la dictadura Ortega Murillo ha detenido a 74 religiosos -en su mayoría sacerdotes- y excarcelado y desterrado a 63 de ellos, y al menos 35 han sido despojados de su nacionalidad.