Doña Coquito: “Prefiero que Dios me llame cuando quiera y no que me manden a matar”
Miriam del Socorro Matus, una de las figuras más conocidas de las protestas contra el régimen de Daniel Ortega, se exilió este martes en Costa Rica ante las amenazas de muerte, asedio y persecución que fanáticos orteguistas emprendieron en su contra.
- marzo 27, 2019
- 06:48 AM
- Despacho 505
- Copyright Despacho 505
Miriam del Socorro Matus, una de las figuras más conocidas de las protestas contra el régimen de Daniel Ortega, se exilió este martes en Costa Rica ante las amenazas de muerte, asedio y persecución que fanáticos orteguistas emprendieron en su contra.
La mañana de este martes doña Miriam del Socorro Matus, de 78 años, salió llorando de su casa en Managua hacia un exilio forzado, en Costa Rica, que no sabe cuánto tiempo durará.
La anciana se convirtió en una de las figuras más representativas de las protestas contra el régimen de Daniel Ortega cuando el 18 de mayo del año pasado durante la segunda sesión del primer Diálogo Nacional regaló su venta de agua helada a las madres de los asesinados por la represión que protestaban afuera del Seminario de Fátima.
Desde mayo del año pasado participaba activamente en las manifestaciones opositoras a Ortega. Estuvo detenida en dos ocasiones y constantemente recibía amenazas de muerte, pero en las últimas dos semanas la situación empeoró.
Lisseth Vargas Alemán, su hija, relata que en las últimas dos semanas una camionera doble cabina color gris se parqueaba frente a la casa de la anciana, preguntaban por ella y motorizados la amenazaban de muerte en su punto de venta ubicado en la parada de autobuses del Seminario de Fátima.
https://www.facebook.com/despacho505/photos/a.231446631079244/270484013842172/?type=3&theater“Una camioneta que se venía parquear diario, el sábado que anduvo en la protesta preguntaron a qué hora venía y en el puesto de venta unos motorizados le pasaron diciendo que se cuidara, que la iban a matar hasta quebrarle los pies”, explicó a Despacho 505 Lisseth Vargas Alemán, hija de “Doña Coquito”.
NO SE QUERÍA IR
La decisión del exilio de “Doña Coquito” la tomó su hija. No era la primera vez que se lo proponía, pero ella siempre se negó. Decía que iba a morir en su patria luchando por su país junto a los estudiantes y las madres de los asesinados.
“La decisión de que se fuera la tomé con mis hijos por seguridad. Ella no quería irse, prácticamente la obligamos, se fue llorando”, relató Lisseth. Finalmente accedió, pero con la convicción de que se uniría activamente a las protestas contra Ortega que la diáspora nicaragüense realiza en Costa Rica.
LEA: Convocan a banderazo y pitazo nacional contra Ortega este miércoles
“Cuando ella finalmente cedió a irse dijo que se iba pero que no la iban a callar, que iba seguir protestando desde allá. Ella lo que al final dijo fue: `Prefiero que Dios me llame cuando él quiera y no que estos asesinos me manden a matar´”, comentó Vargas Alemán.
Nicaragua atraviesa desde el 18 de abril una crisis sociopolítica desatada por la represión de Daniel Ortega a las protestas en su contra.
LEA: Nicaragua en lista negra de la CIDH
La represión orteguista ha dejado entre 325 y 500 muertos, miles de heridos, más de 800 presos políticos y decenas de miles en el exilio.