Piden la suspensión del sacerdote Rafael Ríos tras negar la persecución religiosa en Nicaragua
El párroco del municipio de La Concordia, en Jinotega, es acusado de "traicionar el dolor de los fieles" nicaragüenses y plantean que su caso sea elevado al Vaticano
- octubre 15, 2024
- 12:27 PM
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La Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados en Costa Rica (Anaddir) solicitó la suspensión del sacerdote Rafael Ríos Gadea, por haber negado la persecución religiosa en Nicaragua.
La petición dirigida al obispo de Jinotega, monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, fue elevada en una carta enviada el pasado 9 de octubre a través de la Nunciatura Apostólica en San José, Costa Rica. Anaddir espera que la preocupación generada por las declaraciones del padre Ríos, párrado de La Concordia, sea debidamente analizada por las autoridades eclesiásticas correspondientes para su "consideración adecuada".
Esta solicitud fue realizada mediante una carta enviada el pasado 9 de octubre, a través de la Nunciatura Apostólica en San José, Costa Rica. Anaddir confían en que la preocupación sobre las declaraciones del padre Ríos sea elevada a las autoridades eclesiásticas correspondientes para su “debida consideración”.
“La asociación expresó su enérgico rechazo ante lo que consideran ‘una traición al sufrimiento’ de los fieles, sacerdotes y obispos que han sido víctimas de represión por su fe en Nicaragua”, se lee en un comunicado publicado por la organización.
En la carta, la organización con sede en Costa Rica pide a las autoridades eclesiásticas que el caso del párroco de la Iglesia San Maximiliano Kolbe del municipio de la Concordia, en Jinotega, sea elevado al Vaticano y que se considere su suspensión de funciones pastorales.
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“Es esencial que nuestra Iglesia se mantenga fiel a la verdad y la justicia”, señala en la carta el presidente de Anaddir, Fernando Palacios Blandón, quien respalda la petición con citas bíblicas que condenan la mentira y la injusticia.
Sobre la persecusión religiosa en Nicaragua, la misiva cita ejemplos como el encarcelamiento y posterior destierro del obispo de Matagalpa monseñor Rolando Álvarez, así como represión sistemática de las comunidades cristianas, que según Anaddir “desmienten las declaraciones del padre Ríos”.
Negó la persecución religiosa frente a los diputados
El pasado 4 de octubre, durante un acto del 112 aniversario de la muerte de Benjamín Zeledón en Jinotega, donde estaban presentes los diputados de la Asamblea Nacional, el sacerdote Rafael Ríos aseguró que en Nicaragua “no hay persecución religiosa”, pese a que el propio Vaticano lo ha denunciado y frente a pruebas recopiladas por investigaciones y organismos defensores de derechos humanos.
“Quitémonos de la mente lo que muchos dicen que en Nicaragua hay persecución religiosa, la persecución religiosa se da cuando es por odio a la fe y se persigue a todo aquel que se llama hijo de Dios”, expresó el párroco de la Concordia.
Sus declaraciones son contradictorias a lo dicho por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, quien durante su intervención en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el pasado 28 de septiembre, denunció la persecución religiosa en Nicaragua y abogó por un diálogo con el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Las declaraciones del religioso también son distantes de la documentación de más de 870 agresiones contra la Iglesia católica de Nicaragua y sus líderes desde abril de 2018, que han sido recabadas por la serie de informes Nicaragua: ¿una iglesia perseguida? autoría de la abogada e investigadora Martha Patricia Molina, así como de organismos defensores de derechos humanos.