Ortega pasa factura a las universidades: "Lo que sigue es el cobro a los estudiantes"

Como un reflejo de la crisis y el desprecio por la educación, Daniel Ortega ordenó a las empresas estatales comenzar a cobrar el consumo de agua y energía a las universidades

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  • septiembre 26, 2024
  • 10:01 AM

Crisis financiera, menosprecio a la educación y una exhibición de tiranía. Son las interpretaciones de expertos sobre la orden de reformar la Ley de Autonomía de las Instutuciones de Eduación Superior (Ley No. 89) que dio Daniel Ortega este 25 de septiembre. La decisión, en efecto, pasa factura a las universidades públicas, al eliminar la exoneración del pago de los servicios básicos de la que gozaban. 

No obstante, lo más grave, advierte la exguerrillera e historiadora Dora María Téllez, es lo que estaría por venir en lo que consdiera un pisoteo a la autonomía que tanto costó a las universidades: recortes de carreras y cobros de aranceles.

"En poco tiempo también veremos una barrida en las universidades a título de racionalizar las carreras que se ofertan. Lo que sigue es el cobro a los estudiantes", pronostica Téllez.

La también excarcelada y desterrada política,  recuerda que "desde hace años, las bases sobre las que se asentaba la autonomía universitaria han sido desmanteladas".

Las universidades dejaron de ser útiles para Ortega

El exrector y catedrático universitario Ernesto Medina opina que Ortega ya no se mide en sacrificar a los universitarios porque hace tiempo que le dejaron de ser útilies. 

Ortega ya no necesita "ganarse el cariño" de las universidades "porque siente que tiene el control total sobre ellas".

Tras perder el poder en las urnas, mientras se preparaba para traspasar la Presidencia a Violeta Barrios de Chamorro (1990-1994), Ortega estebleció muchos de los beneficios sociales que en los últimos años ha cercenado a las universidades.

"Se vio que era una acción populista del Frente Sandinista (FSLN) tratando de afianzar su posición con relación a las universidades. Durante la Revolución nunca se dio esos beneficios a las universidades y doña Violeta recibió mal el país y (el seis por ciento) era una carga económica importante para su gobierno", recordó el académico.

Según Medina, para imponer el seis por ciento en 1990, los sandinistas ni siquiera hicieron un cálculo de las necesidades de las universidades ni del impacto que la medida tendría en el presupuesto de la nación. En los años siguientes, desde la acera de la oposicón, el sandinismo presionó a los gobiernos de turno con protestas y asonadas bajo el modelo de "gobernar desde abajo", y, en el caso de las universidades, siempre mantuvo una influencia directa en el moviemiento estudiantil. 

Problemas financieros de la dictadura

Además del desinterés en las universidades, Medina considera que la reforma de Ortega evidencia problemas en las finanzas de la dictadura, sin poner en balanza que con ello golpea el presupuesto de las universidades a solo tres meses para terminar el año.

"Tiene que haber un problema en el presupuesto del país para tomar esa medida que causará un desajuste enorme en el presupuesto de las universidades", razona Medina.

Dora María Téllez también cree que la dictadura decidió cobrar los servicios a las universidades para "aliviar a las empresas de servicios públicos", aunque eso deje menos dinero para la actividades académicas.

La "ridiculez" de una diputada orteguista

Este miércoles, la diputada sandinista y presidenta de la Comisión de Educación, Ángela Espinoza, justificó la reforma a la Ley 89 aduciendo que las instituciones de Educación Superior van a ser "más amigables con el medio ambiente", pues ahora deberán ahorrar en el consumo de energía, agua potable y telefonía.

Los argumentos de Espinoza son "irresponsables" y pertenecen a "alguien que no tiene idea cómo funcionan las universidades ni de la situación del medio ambiente en el país", valoró el catedrático.

"No son palabras dignas de un representante del pueblo", agregó Medina al remarcar que el impacto de la medida de Ortega en las universidades no se corresponde con la magnitud del problema ambiental en el país.

Tanto Medina como Téllez lamentan que Daniel Ortega continúe conduciendo la enseñansa universitaria por la senda de la mediocridad. La medida "opera en deterioro de las condiciones materiales de las universidades y es otro golpe a la autonomía ya en absoluta crisis y en caída libre", expresó Téllez.

Mientras que Medina indicó que la medida golpearael presupuesto de las universidades y las convertirá en instituciones "mediocres, sin recursos suficientes para desarrollarse".

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