Laureano Ortega inaugura con pompa las obras de construcción del Aeropuerto Punta Huete

Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja de dictadores,  y Yan Hailu, vicepresidente de la empresa china CAMCE Internacional, inauguraron este jueves las obras de construcción del Aeropuerto Internacional Punta Huete, en Managua, que según el régimen se convertirá en la principal terminal aérea del país. La megaobra sería la primera, de una larga de proyectos chinos, que podría materializarse tras el engaño del Canal de Nicaragua.  

Tal como ocurrió con la inauguración de las obras del fallido canal interoceánico, los representantes del régimen se dirigieron hasta la antigua pista abandonada “Panchito” — a orillas del Xolotlán, en el municipio de San Francisco Libre, Managua— donde se construirá el nuevo aeropuerto. La dictadura desplegó maquinaria pesada para dar credibilidad de que es un proyecto en marcha.

“Nuestro país da inicio a un proyecto transformador, un proyecto de futuro, un proyecto de progreso, desarrollo y prosperidad”, dijo el hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo que ocupa el cargo de asesor Presidencial para la Promoción de Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional.

La promesa del régimen es contruir  un aeropuerto de categoría 4F, que permitirá el aterrizaje y despegue de aeronaves de mayor tamaño sin restricciones de peso y balance, a diferencia del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino que es más pequeño y una vez esté listo el Punta Huete trasladará sus operaciones, según anunciaron en octubre de 2023, autoridades gubernamentales.

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Costará 499 millones de dólares

La construcción de este aeropuerto tiene un costo de 499 millones de dólares, de los cuales la dictadura ya pactó con el Gobierno chino un préstamo de 403 millones de dólares a pagarse en un plazo de 15 años.

A diferencia del Canal Interoceánico, la construcción del aeropuerto ya cuenta con los fondos, pero se desconoce si realmente será rentable. Algunos expertos han señalado que no era necesario y que el actual Aeropuerto Augusto C. Sandino todavía cubre la demanda de los pasajeros.

“Es un proyecto que nace muerto, sin inversión en infraestructura turística y aerolíneas que quieran volar a  Managua, es imposible que sea rentable”, explicó a inicios de julio a DESPACHO 505, una fuente del sector de las aerolíneas en Nicaragua, que pidió anonimato.

Desde que Nicaragua rompió relaciones con Taiwán y las reanudó con China Continental, el dictador Ortega ha prometido más de una docena de proyectos de la mano del gigante asiático, sin que se conozcan avances significativos.

Mucho antes de esto, el régimen también promovió las construcciones de los aeropuertos La Paloma en la isla de Ometepe y Greytown en San Juan de Nicaragua, que al final resultaron un fracaso.