Los nicaragüenses conmemoran la "Gritería Chiquita" en medio de una feroz represión contra la Iglesia

Los cantos en honor a la virgen María resuenan en la vivienda construida de adobe y tejas de doña Carmen Lira, ubicada en el barrio El Coyolar, en el departamento de León. Desde las seis de la mañana de este miércoles 14 de agosto, la señora de 88 años de edad, junto con sus nietos y bisnietos, comenzó a preparar el altar en honor a la imagen para cumplir con la promesa de festejar  la "Gritería Chiquita" o de “Penitencia”. 

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Este 2024, la actividad religiosa cumple 77 años, después de que los leoneses pidieran la intercesión a La Purísima para que detuviera la erupción del volcán Cerro Negro, que en agosto de 1947 amenazaba con sepultar bajo lava a los departamentos de León y Chinandega, en el Occidente de Nicaragua.

La Gritería Chiquita de este año será ofrecida en silencio por los católicos de Nicaragua en rogativa por la Iglesia católica, principalmente por los obispos y los sacerdotes, que en los últimos días han sido encarcelados y desterrados por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo,  los dictadores que mantienen una guerra frontal contra la Iglesia.

“Hoy junto a mi familia gritaremos La Purísima y desde el silencio de nuestros corazones la ofreceremos en petición por el cese de la persecución a nuestra Iglesia católica y también pidiéndole a Dios para que los sacerdotes que han sido desterrados y los que se encuentran encarcelados se encuentren bien”, expresó doña Carmen, a DESPACHO 505, mientras supervisa la elaboración de los gofios, un dulce tradicional elaborado a base de pinolillo y jengibre que se reparte durante las fiestas marianas en Nicaragua.

La mujer, que se considera muy devota y creyente en los milagros por la intercesión de la Virgen María, recuerda  cuando tenía 11 años de edad y el Cerro Negro estaba erupcionando y repentinamente la “intensidad del coloso bajó gracias a las oraciones”.

“Yo tenía 11 años recién cumplidos, recuerdo que cuando mirábamos y escuchábamos en la radio que el volcán estaba expulsando lava, yo me aferré a la Virgen con mis oraciones y siendo una niña, recuerdo que Dios hizo el milagro y estoy segura que pronto volveremos a expresar nuestra fe libremente porque amar a Dios no es ningún delito, ni pecado”, agrega.

La tradición de los leoneses empieza a las seis en punto de la tarde en el momento que monseñor René Sándigo, obispo de la Diócesis de León, sale al atrio de la Catedral de ese departamento a gritar en altos parlantes "¿Quién Causa Tanta Alegría?, y los feligreses responderán: "¡La Asunción de María!",  dando inicio así a la festividad mariana que marca el fin de la novena.

Managua y Matagalpa rezarán dentro de las iglesias

A diferencia de la Diócesis de León, en los departamentos de Managua, Estelí y Matagalpa, los católicos participarán de rezos intramuros, debido a la criminalización del régimen sandinista de la fe católica.

En las diócesis de Estelí y Matagalpa, la dictadura ha arremetido en las últimas tres semanas en contra de la Iglesia y ha detenido a varios sacerdotes, ocho de ellos, incluyendo a un cura de Chontales, fueron desterrados a Roma la semana pasada.

“Aunque La Gritería Chiquita es propia de los leoneses, en varias iglesias de Managua se realizará el último día de la novena y al final se repartirán brindis que traiga la misma feligresía. Cada feligrés es libre de ofrecer sus peticiones de forma silenciosa”, expresó a DESPACHO 505 un sacerdote de la Arquidiócesis de Managua que pidió el anonimato.

“Todos los 15 de agosto, la Iglesia Católica celebra en el mundo el dogma de la Asunción de María, que señala que la madre de Dios fue llevada al cielo en cuerpo y alma”, explicó el cura.

En las parroquias de los departamentos de Estelí y Matagalpa no habrá rezos ni misas, debido a que la mayor parte del clero de esas diócesis ha sido encarcelado y desterrado, por lo que los sacerdotes han pedido a los feligreses encomendarlos en sus oraciones.

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“Lamentablemente no habrá misas ni rezos en muchas parroquias de Matagalpa porque los sacerdotes han sido desterrados. Le pedimos a los feligreses que en familia oren a la Asunción de María y que pidan por nosotros para que el Espíritu Santo sea nuestro auxilio en estos tiempos difíciles que vivimos”, expresó un sacerdote de la Diócesis de Matagalpa consultado por este medio y quien además pidió que su identidad no fuera revelada.