Al menos 306 religiosos han sido desterrados por la dictadura sandinista en Nicaragua

El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, contabiliza en 306 los religiosos entre sacerdotes y pastores evangélicos han sido desterrados de facto a causa de la persecución política y religiosa cometida por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En su cuarto boletín titulado “Libertad Religiosa, Persecución a Laicos”, que comprende desde el 1 de abril al 15 de julio de este año, el organismo contabiliza a 21 pastores evangélicos en el exilio, de los cuales tres de fueron impedidos de ingresar a Nicaragua.

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El Colectivo también denunció que al menos 51 sacerdotes han sido desterrados de Nicaragua y 200 religiosos han sido expulsados del país o salieron bajo desplazamiento forzoso a consecuencia de la persecución del régimen.

Entre enero y agosto de 2024, al menos 24 sacerdotes fueron desterrados a Roma. La mayor parte de los curas fueron detenidos en las diócesis de Matagalpa y Estelí y sin previo juicio fueron obligados a subir a un avión y enviados al Vaticano.

Crece represión religiosa en Nicaragua

De acuerdo con el organismo defensor de Derechos Humanos, “entre el 1 de abril y el 15 de julio de 2024, continúan las múltiples violaciones a la libertad de religión en Nicaragua, que reflejan un panorama de creciente represión, con detenciones arbitrarias, ataques directos a líderes religiosos, estigmatización y mensajes de odio en los pronunciamientos oficiales respecto a la libertad de culto”, detalla el boletín del Colectivo.

La situación ha generado una fuerte condena internacional y demandas de acciones más contundentes para proteger los derechos humanos en el país.

El Colectivo, que documenta las violaciones a los derechos humanos desde su exilio en San José, Costa Rica, también incluye en la visualiza la persecución contra los feligreses de las distintas diócesis, quienes han sido detenidos y en muchos casos, liberados después de extensas horas de interrogatorios.

“La persecución a laicos y diversas denominaciones religiosas, tanto católicas como evangélicas en Nicaragua, ha sido intensa y sistemática. El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha llevado a cabo una serie de acciones represivas que incluyen destierros, detenciones y múltiples agresiones a miembros de iglesias, evidenciando una estrategia dirigida a silenciar voces críticas dentro de las comunidades de creyentes”, se lee en el informe.

El organismo de Derechos Humanos sostiene que las acciones cometidas por el régimen autoritario de Daniel Ortega “reflejan un ambiente de represión y violación sistemática de la libertad de creencia y religión en Nicaragua, afectando gravemente a las comunidades religiosas y su capacidad para ejercer su fe libremente”.

“El régimen Ortega Murillo ha incrementado el hostigamiento a laicos y líderes religiosos. Las agresiones a sacerdotes, obispos, religiosas y la feligresía han sido documentadas por instancias defensoras de derechos humanos, destacándose casos de expulsión de congregaciones y la clausura de organizaciones no gubernamentales religiosas”, indica el documento.

Confiscaciones a la Iglesia Católica

El Colectivo además denuncia que a la par de las expulsiones e impedimentos de ingresos de personas religiosas, han ocurrido confiscaciones de propiedades que incluyen locales de las organizaciones cerradas, conventos y casas pastorales.

“Este patrón busca debilitar económicamente a la Iglesia”, advierten los abogados.

El régimen a través del Ministerio del Interior (Mint), ha cancelado a 420 organizaciones sin fines de lucro pertenecientes a la Iglesia Católica y evangélicas, entre ellas, a Cáritas y otras organizaciones de beneficencia a favor de los más necesitados.

“Desde 2021, más de 420 organizaciones cristianas han sido canceladas, incluyendo la reciente eliminación de Cáritas de Matagalpa. En total van 3,766 cancelaciones con las 15 de ayer serían 3,781”, denuncia el boletín.

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El organismo también denunció que desde el año 2018 a la fecha, la dictadura ha confiscado al menos 22 medios de comunicación religiosos, siendo uno de los últimos radio María, cuya última trasmisión fue el 9 de julio de 2024, después que el Ministerio del Interior cancelara su personería jurídica.