Seis policías presos en Bilwi por pedir baja

Los agentes renunciaron tras denunciar al jefe policial por maltrato y discriminación sin contar con que la Policía castiga con cárcel a los desertores

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Despacho 505
  • agosto 08, 2024
  • 03:39 PM

Seis oficiales de la Policía sandinista de origen miskito fueron encarcelados en la delegación de Bilwi, en el Caribe Norte de Nicaragua, luego de solicitar su baja de la institución, confirmaron a DESPACHO 505 familiares y policías inconformes con la medida. 

La orden de aprehensión contra los oficiales la dio el comisionado general Juan Manuel Chevez, jefe de la delegación policial de Puerto Cabezas y Waspam, a quien habían acusado de abusos, malos tratos y discriminación racial ante instancias superiores, pero no fueron escuchados.

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Los seis agentes que renunciaron a la institución alegaron los malos tratos que recibían por parte de su superior como motivo de su decisión. Mencionaron el caso del oficial Stanley Bons, de 20 años, quien falleció luego de que el comisionado general Chevez le negara el permiso para ir al médico. Bons, originario de una comunidad miskita de Waspam, se desvaneció en su puesto de trabajo y “aunque fue trasladado de emergencia a un hospital de Managua falleció el día de ayer", dijo un agente.

Entre los detenidos se encuentran los policías Samuel José Pikitle, Ditter Padilla y Harold  Andrews. Según la fuente, el grupo optó  por abandonar la Policía, sin tomar en cuenta que irían  a parar a la  cárcel, que es el castigo impuesto para los “desertores” tras la reforma a la Ley Orgánica de la Policía, Ley 872, el 5 de julio de 2023. 

La criminalización de la deserción policial fue interpretada en su momento como un reflejo del "resquebrajamiento y desgaste" de la institución y del mismo régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua. Con ese cambio, se insturó la represión política que la misma Policía ejerce contra la población a lo interno de la institución, señalada de ser el principal brazo opresor del régimen.

En esa reforma el régimen incorporó tres artículos referidos a delitos cometidos por el personal policial, el incumplimiento de deberes y la deserción dejando explícito que la renuncia al servicio, se considera deserción "incurriendo en un perjuicio grave de la seguridad ciudadana" que se sanciona con una pena de dos a tres años de prisión.

Un agente confió que en el Caribe Norte, mandos de la Policía sandinista se han internado en las comunidades para reclutar jóvenes con “falsas promesas”. "A muchos jóvenes miskitos los han llegado a enamorar a sus comunidades, a venderles una falsa ilusión para que ingresen a la Policía, pero una vez que están dentro termina el encanto al ver la corrupción de los oficiales de mayor rango, el maltrato que reciben, las injusticias que se cometen y que es una Policía totalmente politizada", aseguró.

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