Personal de salud en Nicaragua celebra su día con bajos salarios y presión política
El personal sanitario del sistema público en Nicaragua se quejan de los bajos salarios y las presiones políticas a las que están sometidos, también son obligados a asistir a caminatas partidarias y a realizar horas extras sin remuneración.
- Managua, Nicaragua
- agosto 08, 2024
- 12:27 PM
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Este ocho de agosto, se celebra en Nicaragua el Día del Trabajador de la Salud, aprobado el ocho de junio de 2008 a petición del dictador Daniel Ortega Saavedra, como una manera de "reconocer" el esfuerzo del personal de la salud que son mal pagados y obligados a participar en las actividas políticas que organiza el Frente Saninista.
Lo que se supone que debería de ser una fecha especial para el personal sanitario, es todo lo contrario. Los trabajadores de la salud se quejan de los bajos salarios, de las precarias condicines laborales y las presiones políticas a las que están sometidos y son obligados realizar horas extras no remuneradas.
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DESPACHO 505 conversó con tres trabajadores de la salud, quienes denunciaron la excesiva carga laboral a las que son sometidos, además deben participar en las campañas de vacunación que organiza el Ministerio de Salud por órdenes del dictador Daniel Ortega, muchas veces bajo sol y lluvia.
“Los que trabajamos en el sistema público de salud estamos expuestos a constantes malos traros. Se nos obliga a ir a mitines políticos del Frente Sandinista y también se nos obliga a ir a vacunar largo de nuestros centros de trabajo. Vamos cargando los termos donde van las vacunas y no nos dan refrigerios, ni viáticos”, expresó un enfermero de un centro de salud de Managua a quien ficticiamente llamaremos Paulo García.
Este trabajador de la salud dice que mensualmente gana siete mil córdobas y su salario es consumido por el Impuesto Sobre Renta (IR), el porcentaje del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Además, el sindicato del centro de salud donde trabaja le quita una cuota mensual de 100 córdobas que supuestamente serían destinados para “fondos partidarios”.
“No tenemos de otra, toca aguantar porque a pesar de que no tengo hijos, me toca ayudar a mi mamá con los gastos de la casa. Mi papá falleció durante la pandemia”, relata.
Paulo tiene 28 años de edad y en 2018 sacó su título de enfermería en la desaparecida Universidad Politécnica (Upoli) y un año después ingresó a trabajar al Sistema Público de Salud. Dice que desde que llegó, lo obligaron a participar en las marchas que el régimen hacía para vender un ambiente de paz, en medio de las persecuciones políticas en contra de los opositores que en 2018 alzaron la voz para exigir un cambio de gobierno.
“En las actividades nos obligan a portar pañuelos rojo y negro. También tenemos que gritar consignas en apoyo a la pareja presidencial”, señala Paulo.
Denuncian trabajo excesivo
Roberto Pereira -nombre ilustrativo- es un médico cirujano de amplia experiencia en oncología. Dice que en el último año, varios galenos han renunciado en el hospital donde labora desde hace 40 años, por la presión política de parte de los sindicatos.
“Cómo vas a creer que cuando estaba la pandemia, nos prohibieron usar las mascarillas para no alarmar a la población. Varios médicos murieron y el gobierno no se preocupó por mejorar las condiciones laborales del personal médico de primera línea”, denunció Roberto.
El cirujano dice que el Día Nacional del Trabajador de la Salud, debería ser una fecha en la que las autoridades del Ministerio de Salud, puedan reflexionar sobre como mejorar las condiciones laborales de los pocos médicos que aún quedan.
“¿De qué sirve que tengamos un día nacional en el calendario si no es feriado, si nos maltratan y nos obligan a asistir a laborar cuando otro médico falla y no nos reconocen como horas extras, porque pedir un día a cuenta de vacaciones es todo problema?”, se quejó Pereira.
Roberto dijo que el régimen está completando la lista de médicos ausentes con estudiantes de medicinas sin experiencia y sin la supervisión del Ministerio de Salud para que atender a los pacientes.
“Ahora en los consultorios vas a encontrar a un montón de estudiantes de medicina que no saben nada. Aunque parezca chiste, solo saben recetar ibuprofeno o paracetamol”, dijo Pereira.
Obligados a defender a Ortega y Murillo
“Carmen Lira”, es una trabajadora del área administrativa de un centro asistencial de uno de los departamentos del norte de Nicaragua. Ella asegura que los secretarios políticos les han orientado repetir en sus trabajos el discurso oficialista de la que la atención médica es gratuita y de calidad.
“Cuando los médicos atienden a los pacientes, tienen que hacer conciencia que reciben atención gratuita y de calidad gracias al gobierno que a pesar del supuesto intento de golpe de Estado del año 2018 y que gracias a ellos se puede hacer uso del sistema de salud las veces que deseen”, narró Carmen.
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De acuerdo con la trabajadora de la salud, el discurso que les obligan repetir a la población es que gracias a Ortega y a Murillo la salud es gratuita y que el día que no estén en el poder, la atención médica será privada y de mala calidad.