Liberan a Lesbia Rayo, secretaria de la parroquia de Sébaco, en Matagalpa

La Policía liberó la noche de este lunes a la secretaria en la parroquia del municipio de Sébaco, Matagalpa, Lesbia Rayo Balmaceda, quien fue detenida en una nueva embestida de la dictadura contra la Iglesia católica que se focalizó en la Diócesis de Matagalpa.

Lesbia fue detenida el pasado fin de semana por agentes vestidos de civil y trasladada a una delegación policial para interrogarla. Se desconoce si la colaboradora de la Iglesia católica quedó bajo alguna medida cautelar impuesta por la Policía.  

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“Gracias a Dios, Lesbia Rayo, ha regresado a su casa la noche de este lunes”, informó Manuel Obando Cortedano, periodista de la Diócesis de Matagalpa en el exilio. 

Obando agradeció los feligreses que oraron por la liberación de Rayo y, al mismo tiempo, pidió oraciones por los sacerdotes que aún se encuentran detenidos.

Horas después que la Policía apresó a Rayo, los agentes secuestraron al sacerdote Harvin Torres, administrador de la parroquia Santa María de Guadalupe en Matagalpa y rector del Seminario Mayor de Filosofía, San Luis Gonzaga.

Con la detención de Torres, aumentó a 13 la cantidad de sacerdotes presos en Nicaragua.   

Viernes de persecución contra la Iglesia católica

El pasado 2 de agosto, fue un viernes negro para la Iglesia católica en Nicaragua, porque el régimen apresó a 10 sacerdotes, entre ellos a un diácono, de quienes no se tiene certeza sobre su paradero.

La cacería del régimen inició el pasado 27 de julio, después que la dictadura prohibiera una misa de ordenación sacerdotal en la diócesis de Estelí, que es administrada apostólicamente por Monseñor Rolando Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa.

Se trata del operativo más violento que ha desplegado el régimen contra la Iglesia desde que el pasado mes de enero desterró a Roma a 13 religiosos que mantuvo como presos políticos, entre ellos el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.

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La redada tuvo como principal objetivo religiosos de iglesias que pertenecen a la Diócesis de Matagalpa por lo que se cree que ha sido una acción de la dictadura para desarticular la red del obispo.