Santo Domingo de Guzmán baja a Managua en medio de la represión policial a la Iglesia católica

Entre pólvoras, el repique de campanas y música filarmónica, minutos antes de las seis de la mañana de este 1 de agosto, la venerada imagen de Santo Domingo de Guzmán, patrono de los Managua, y adornada con coloridas flores, salió de su templo ubicado en Las Sierritas, para enrumbarse hacia la capital, en donde permanecerá durante 10 días.

Antes de que iniciara la procesión que recorrerá unos nueve kilómetros hasta llegar a la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, ubicada en los antiguos escombros de Managua, inició una eucaristía en donde el sacerdote Bismarck Carballo, párroco de Las Sierritas, llamó a los feligreses a vivir una fiesta en orden y a imitar las virtudes orantes de Santo Domingo de Guzmán.

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El cura bendijo la imagen y luego la diminuta imagen de aproximadamente 10 centímetros, tallada en madera, salió del templo en hombros de los cargadores, quienes se encargan de danzar al patrono de los Managua al son de las bandas filarmónicas que entonan músicas folclóricas, cumbias y sones de toros.

Los promesantes con rosario en mano, elevan de forma silenciosa las plegarias a Dios, a través de la intercesión de Santo Domingo de Guzmán. La imagen fue encontrada en el año 1885, por el leñador Vicente Aburto en una finca cafetalera, cuando derribaba un tronco de madero negro en lo que hoy es conocido como Las Sierritas de Managua.

Promesantes llegan disfrazados

Muchos de los promesantes, desde niños hasta adultos mayores, llegan disfrazados de inditos, vaquitas, diablitos o con trajes típicos para acompañar a la imagen, de quien aseguran han recibido milagros.

"Vengo a pagar promesas por mi hijo, cuando salí embarazada los médicos me dijeron que era de alto riesgo y le pedí a Dios por medio de Santo Domingo que si el niño naciera sin problemas a como los médicos decían, yo iba a venir a presentarlo el primero de agosto", expresó Karina Flores durante una transmisión en redes sociales de la Iglesia.

Karina llevó a su hijo de 11 meses de nacido vestido con un trajecito típico y dijo que este día cumple su promesa a su santo patrono. “La fe mueve montañas, nos dice la Biblia y toca confiar y creer en Dios”, agregó la mujer de 28 años, mientras danzaba al son de la música nicaragüenses interpretada por marimbas en altos parlantes.

Por otro lado, don José Calderón, habitante de Managua, a sus 75 años, con su atuendo de “vaca culona” baila incansablemente a Santo Domingo. Dice que hace cinco años fue sanado de cáncer de próstata que estaba en fase tres.

“Cuando los médicos me dieron el diagnóstico, pensé que me iba a morir pronto porque la enfermedad estaba muy avanzada. Me aferré a Dios, me acuerdo que días después del diagnóstico vine a Las Sierritas a una misa y le pedí a Santo Dominguito que intercediera por mí, y aquí estoy contando el cuento y bailándole”, expresó don José al momento que hizo una pausa para tomar agua y continuar pagando su promesa.

Amplio despliegue policial

Desde la mañana de este miércoles, la Policía lanzó un plan de seguridad para "resguardar" el orden durante las fiestas patronales de Managua. Antes de las 10 de la mañana, decenas de Policías y agentes antidisturbios se apostaron en los alrededores del templo ubicado en la carretera a Masaya.

Este jueves, la presencia policial es mayor y de acuerdo con fuentes religiosas, agentes vestidos de civil andan entre los feligreses para tratar de controlar cualquier expresión de protesta que la ciudadanía pueda mostrar.

“Desde ayer en la misa he visto a Policías vestidos de civil. Andan viendo quien porte banderas de Nicaragua o pancartas de protestas para apresarlos”, advirtió un sacerdote de Managua.

Está previsto que a eso de las cinco de la tarde, la procesión de Santo Domingo de Guzmán llegará a la iglesia de su mismo nombre, ubicada en el barrio 19 de Julio, en donde permanecerá durante 10 días, cuando retorne nuevamente hacia Las Sierritas.

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Por segundo año consecutivo, el régimen de Daniel Ortega autorizó las fiestas patronales de Managua, después que en agosto de 2022, prohibiera de facto todo tipo de procesión a nivel nacional.