Estos hechos contradicen la versión oficial de que la economía de Nicaragua esta "avanzando"
La deteriorada calidad de vida de los nicaragüenses y las proyecciones del Banco Central de Nicaragua y de los organismos internacionales ponen en entre dicho el pujante crecimiento económico.
- julio 24, 2024
- 05:46 PM
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La economía de Nicaragua cerrará este 2024 con un crecimiento de entre el 4% y 4.5%, una proyección por debajo del experimentado entre 2010 y 2017 cuando el promedio fue de 5.2%. La actividad económica muestra un crecimiento tímido pese a los proyectos e inversiones anunciados por el régimen de Daniel Ortega y a la insistencia de sus funcionarios de que se avanza “a paso firme”.
En una reciente entrevista en el Canal 8 de televisión, propiedad de la familia gobernante, el presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, mantuvo el discurso de una economía creciente, sin embargo, las mismas cifras de la institución estatal que dirige demuestran lo contrario. “La economía continúa avanzando a paso firme después de la recuperación económica que se ha visto en los últimos tres años. La tasa de crecimiento de tendencia se sostiene entre el 4% y 4.5% y eso nos hace optimistas para obtener un buen resultado macroeconómico durante el 2024”, sostuvo Reyes.
Las proyecciones de los organismos financieros internacionales y de organizaciones como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) pintan un panorama económico diferente al esperado por el régimen Ortega-Murillo.
“No hay bonanza económica”
La Cepal estima un crecimiento de apenas el 2.9 % para Nicaragua, The Economist Intelligence Economy indica que en el período 2024-2027 el país tendrá un crecimiento mediocre entre el 1.9 % al 2.0 %, en tanto el Banco Mundial es un poco más positivo y cree que el Producto Interno Bruto (PIB) puede superar un 3.5 % este año y el siguiente, un número igual calcula el Fondo Monetario Internacional. Aún así las proyeccionesestán por debajo de los números alcanzados en 2017, por lo que según el economista y sociólogo Óscar René Vargas “no hay bonanza económica”.
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En 2017, antes de la brutal represión estatal desencadenada por los Ortega-Murillo en 2018 y de la pandemia de coronavirus en 2020, que desestabilizaron la economía, de acuerdo a datos del mismo BCN, Nicaragua registró “un crecimiento robusto de 4.9%” superior al alcanzado hasta el primer trimestre de este 2024. El dato de este año también es inferior al promedio de 5.2% entre el período 2010-2017, que permitió alcanzar un PIB per cápita de 2,161 dólares en 2017, además está por debajo del 4.6% que se logró en 2023.
“La economía tendrá un crecimiento limitado que no se traduce en más empleo, mejores salarios, reducción de la informalidad laboral ni eliminación de la ‘pobreza laboral’ que indica que el ingreso de los trabajadores y/o pensionados no alcanza para comprar una canasta básica que se cotiza en los 21 mil córdobas”, explica Vargas.
El economista Juan Sebastián Chamorro duda de las cifras del BCN porque el régimen ha sido “muy mentiroso” y “opaco”, dice que un 4.5 por ciento de crecimiento es una tasa relativamente alta para los estándares de América Latina y Centroamérica y no la ve “tan factible”.
“Tengo una seria duda de si ese 4.5 por ciento de crecimiento es real o no, este ha sido un gobierno muy mentiroso en las estadísticas macroeconómicas, ha sido muy opaco y ha eliminado de los informes económicos mucha información clave que permita tener una ide a de cómo va evolucionando la economía”, sostiene Chamorro.
El economista señala que lo único que está creciendo en este momento es el consumo producto del incremento de las remesas familiares. Agrega que en Nicaragua hay una “economía de sobrevivencia” y no de “bonanza económica” porque las familias están viviendo de las remesas familiares porque los salarios nicaragüenses no dan para comer”.
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Préstamos, proyectos e inversiones no están contribuyendo al crecimiento
El bajo crecimiento económico no es congruente con los acuerdos firmados en los últimos meses con países como China, Bielorrusia y otras naciones consideradas “aliadas” por el régimen. La dictadura ha anunciado millonarios préstamos, proyectos de infraestructura y otro tipo de inversiones públicas.
Ante esto, Óscar René Vargas expone que “una cosa es firmar un préstamo y otra cosa es el desembolso de ese”. Esta sería la explicación del porqué la economía del país aún no alcanza los niveles de 2017 y todo queda trabado solo en acuerdos de papel. “El régimen tiene temor de que los desembolsos de los préstamos firmados con China no se produzcan en el corto plazo”, agrega Vargas.
El poco crecimiento económico que el país ha experimentado después de 2018 y del período de pandemia, no beneficia a los más pobres, porque según Vargas, existe una política de "capitalismo de amiguetes" que solo favorece a los grandes capitales.
“Tanto el salario promedio nominal de los trabajadores afiliados al INSS como los trabajadores del gobierno central rondan alrededor de los 15 mil córdobas mensuales mientras que el costo de una canasta básica se encuentra en los 21 mil córdobas mensuales. Por eso esos trabajadores formales viven en pobreza laboral”, agrega el economista.