Everth Cabrera recae en las drogas y es internado en un centro de rehabilitación

El exjugador de Grandes Ligas, Everth Cabrerea, fue internado en el hospital psicosocial, después que fuera encontrado deambulando este viernes en una de las calles del peligroso mercado Oriental, en Managua.

Medios de propaganda del régimen reportaron que Everth Cabrera fue reconocido por personas que transitaban por el lugar, quienes de inmediato dieron aviso a la Policía porque vieron que el exdeportista se encontraba desorientado y no respondía de forma coherente a las preguntas que le hacían.

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El pelotero Everth Cabrera, de 37 años de edad, es originario del municipio de Nandaime, Granada. Al momento que los agentes trataban de averiguar como llegó a Managua, Cabrera no pudo explicar como llegó al mercado Oriental.

Desde hace varios años, el ex Grandes Ligas enfrenta graves problemas de adicción y ha estado en distintos centros de rehabilitación, pero no ha podido superar el problema que nuevamente lo tiene en las calles.

Este año apareció rehabilitado

En marzo de este año, Cabrera, quien fue jugador de los Padres de San Diego, apareció rehabilitado apoyando a la selección U15 de béisbol de Nicaragua que se prepara para el Premundial de la categoría.

Cabrera quien lideró la Liga Nacional en bases robadas en 2012, terminó su etapa en MLB en el año 2015.

Durante su paso por las Grandes Ligas, Everth Cabrera tuvo un promedio de bateo de .246 con 132 carreras remolcadas, 228 anotadas y 138 bases robadas.

El décimo nicaragüense en el béisbol mayor

El 8 de abril de 2009, Cabrera hizo historia en el béisbol nicaragüense, al convertirse en el décimo pelotero de Nicaragua en jugar en las Grandes Ligas. Jugó seis temporadas con los Padres de San Diego y una con los Orioles de Baltimore.

Lo hizo como shortstop de los Padres de San Diego, en el juego inaugural de esa temporada frente a los Dodgers de Los Ángeles.

“Fue una sorpresa rápida. Los primeros días estaba nervioso, asustado desde que llegué a la ciudad (de San Diego, California). ¿Por qué me suben de allá abajo para Grandes Ligas? Por algo me suben”, reveló Cabrera en el programa Esta Semana.

Para llegar a Grandes Ligas, Cabrera tuvo que batallar mucho.

Lo primero que tuvo que vencer fue el físico. Era muy bajito, con apenas 1.55 metros de altura (5.10 pies). Ni los equipos de Mayor A, en Granada lo querían. Tampoco el equipo de primera división de Granada, ni en Managua, ni en León, donde "lo botaron" (no lo aceptaron) cinco días antes de que empezara una final.

Se sentía frustrado. “Me vine enojado para mi casa. Dije: voy a estudiar, voy a dejar esto. Era falta de confianza. Si quieren ver desarrollado a un muchacho en Nicaragua tienen que darle confianza”, se quejó después.

Ni su papá del mismo nombre, ni su mamá Xiomara Membreño, querían que él se dedicara al béisbol, sino que estudiara. Él no les hizo caso. Se iba a jugar escondido y, después que se bachilleró, abandonó los estudios para dedicarse tiempo completo al béisbol.

Tercero, pero no menos desalentador, la pobreza. No siempre la situación económica estaba bien en su casa y muchas veces se alimentaba con pan con café.

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“Empecé a los seis años a jugar. Recuerdo que me fui a la calle, con los muchachos del barrio, a jugar béisbol a la mano, con una pelota de hule. De la calle, me crucé a un solar vacío, ya jugábamos de cuatro bases, el famoso chapibol. Sufría para conseguir un guante. Es difícil llegar a Grandes Ligas”, contó después Cabrera.