Periodistas jubilados y enfermos son las nuevas víctimas de represión en Nicaragua

La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua se ensaña con los periodistas. La política de terror que ha acabado con los medios independientes y forzado al exilio a casi 300 hombres y mujeres de prensa, ahora ha alcanzado a profesionales de la tercera edad ya retirados y hasta a sus mismos propagandistas, alerta la Fundación para la Libertad de Expresión y Democracia (FLED) en su informe del segundo trimestre (abril-junio) de este 2024.

La organización destaca que en abril “agentes policiales y paramilitares visitaron e intimidaron a profesionales del periodismo” y que varios de estos fueron amenazados con llevarlos a la cárcel si no respondían preguntas o no asistían a las citas.

“La mayoría son periodistas de la tercera edad, que actualmente ni siquiera laboran y que además padecen de enfermedades crónicas”, resalta el informe de la FLED.

Nicaragua se ha quedado sin periodistas. En el segundo trimestre, 17 se vieron obligados a exiliarse y desde abril de 2018 hasta junio de este 2024, al menos 263 profesionales de la comunicación han salido del país de manera forzada en busca de protección internacional debido a la persecución estatal en su país.

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Sin embargo, esto no basta para el régimen que ha desencadenado una cacería contra los periodistas y medios de comunicación. Los pocos comunicadores que quedan en Nicaragua ya están retirados por su edad o se apartaron en su totalidad de los medios de comunicación desde hace años.

Propagandistas bajo amenazas

La presión no es solo contra los periodistas independientes, aquellos que se encuentran en el lado del oficialismo también enfrentan prohibiciones y amenazas de parte de la dictadura.

“Recibimos reportes que indican que a los periodistas oficialistas de los diferentes departamentos se les ha prohibido cubrir servicios sociales o denuncias ciudadanas, y se les ha amenazado hasta de encarcelarlos si violentan esta disposición”, indica el reporte de la FLED.

Un periodista oficialista consultado por la fundación, destacó que se les ha prohibido mantener las líneas telefónicas abiertas para que la ciudadanía exprese sus opiniones e inquietudes sobre cualquier temática.

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“Ahora la modalidad es enviar audios, los que son evaluados previamente”, expresó el periodista oficialista consultado por la FLED.

Otros periodistas oficialistas han mencionado que se sienten inseguros en las calles y hasta en sus propios hogares. 

“Uno no sabe, en cualquier momento una patrulla llega a tu casa, te saca o te agarra en las calles y uno no sabe por qué”, expresó otro comunicador oficialista que recientemente fue visitado por la policía.

En el periodo comprendido entre abril y junio, la FLED contabilizó 34 casos de agresiones a la libertad de prensa, siendo los “discursos estigmatizantes” el indicador más recurrente.