Voracidad fiscal contra las congregaciones evangélicas

El régimen de Daniel Orega y Rosario Murillo ha encontrado en las congregaciones evangélicas un nuevo blanco para la represión. En los últimos días les han aplicado “multas inventadas” con cobros por más de 20 mil córdobas, denunció la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.

Según Molina, quien es autora del informe “Nicaragua: ¿una iglesia perseguida”, en el que documenta los ataques de la dictadura contra las congregaciones religiosas en el país, el pasado martes 11 de junio, 20 miembros de iglesias cristianas evangélicas se encontraban en la Dirección General de Ingresos (DGI) realizando “pagos por multas inventadas con cobros por más de 20 mil córdobas”. 

“Todos fueron obligados a pagar porque los funcionarios del Ministerio del Interior les informaron que si no pagaban las iglesias serían cerradas y sus bienes ocupados”, publicó la abogada en sus redes sociales.

Este ha sido apenas una de las formas de represión que el régimen ha realizado contra las iglesias evangélicas en los últimos días, pues según Molina, desde 2018 hasta la fecha han recibido 85 agresiones de todo tipo, entre ellas “exilio, cárcel, confiscaciones, cobros injustificados, entre otras”.

LEA: Las sanciones por los "vuelos piratas" ponen en la mira a los Ortega-Murillo

Pocos pastores tiene “buenas relaciones” con el régimen

Contrario a las imágenes que se han observado de actividades religiosas y pastores evangélicos apoyados por el régimen, y particularmente de la ruptura con la congregación evangélica Puerta de la Montaña, la abogada explica que son muy pocos los pastores con los que tienen “buenas relaciones”.

“Quienes gozan de buenas relaciones son pocos pastores evangélicos pero la comunidad cristiana evangélica va más allá de los pocos pastores que coquetean con la dictadura y ellos como no se quieren alinear es que están siendo atacados”, sostiene Molina.

Desde 2018 el régimen inició una cacería y distintas formas de agresión contra la Iglesia católica y sus miembros, por apoyar las protestas cívicas. Más tarde, esa represión también se dirigió a las congregaciones evangélicas, uno de los casos emblemáticos fue la ruptura con los miembros de Puerta de la Montaña.

La congregación realizó varias actividades multitudinarias con la venia de la dictadura hasta que les levantó una acusación por supuesto “lavado de dinero”, y posteriormente a finales de marzo este 2024, 11 de sus miembros más dos abogadas fueron condenados entre 10, 12 y 15 años de cárcel, pese a que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) les otorgó medidas cautelares.