Prohíben la caza de tortugas verdes en Bluefields

El Marena incluyó a las tortugas verdes del Caribe en la  lista de las 130 especies protegidas en el 2024 mediante una veda indefinida, debido a que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción.

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Despacho 505
  • junio 11, 2024
  • 04:40 PM

Las autoridades regionales de la Costa Caribe Sur prohibieron la caza, destace y comercialización de tortugas verdes, una especie que según el Ministerio de Ambiente y los Recursos  Naturales (MARENA), se encuentra  en peligro de extinción. 

La medida la dio a conocer la comisión de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Costa Caribe Sur a través de una conferencia de prensa que brindaron en la ciudad de Bluefields, donde las tortugas marinas verdes son capturadas masivamente y sacrificadas de manera cruel para finalmente comercializar su carne. 

El Marena incluyó a las tortugas verdes del Caribe (Chelonia Mydas) en la  lista de las 130 especies protegidas en el 2024 mediante una veda indefinida, debido a que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción; sin embargo, siempre ha permitiendo el aprovechamiento de este quelonio en las comunidades indígenas y afrodescendientes de Sandy Bay Sirpi, La Barra, Walpa, Tasbapaunie, Kakahbila, Set Net Point, Pearl Lagoon, Haulover, Raitipura y Awas, de la Costa Caribe Sur.

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La lista actualizada de vedas, la dieron a conocer a través de una resolución ministerial publicada el pasado jueves 22 de febrero en La Gaceta, diario oficial, pero eso no detuvo la caza y matanza de tortugas verdes en la Costa Caribe Sur y sobre todo en la ciudad de Bluefields. 

Los mismos intengrantes de la Comisión, conformada por representantes de MARENA, Policía, alcaldías de los municipios de la Costa Caribe Sur,  Fuerza Naval  y Gobierno  Regional,  confirmaron durante  la  conferencia que por tradición las tortugas verdes son capturadas masivamente y que en Bluefields se ven por todos lados.

Particularmente los pescadores de la etnia misquita se dedican a capturar esta especie de tortugas porque su consumo es permitido excepcionalmente en el Caribe de Nicaragua, ya  forma parte de la gastronomía tradicional de las comunidades. La carne de tortuga es un elemento importante en la alimentación de los caribeños nicaragüenses.

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Al ver que la veda no se respetaba, la Comisión decidió prohibir totalmente la caza de estos quelonios, y a la vez hicieron un llamado a la población a no consumir la carne de tortugas.

En el comunicado que leyeron durante la conferencia dan a conocer a comerciantes, transportistas y al público en general, que "se prohibe la caza, captura, uso comercialización, transporte de productos o derivados de la especie tortuga verde, durante un período de tiempo indefinido". 

Quienes incumplan serán objeto de sanciones que incluyendo decomiso de los productos, llamados de atención y en caso de ser reincidentes les abrirán  procesos administrativos que conllevan a multas economicas y decomiso de medios de transporte y productos.

Para el ambientalista Amaru Ruiz, director de Fundación del Río, la medida del MARENA llega demasiado tarde y añade que se debe extender a todo el país, no solo a la Costa Caribe.

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“Eso no solo debe ser extensivo en Bluefields o la Costa Caribe, también debería de ser una práctica en el pacífico. Evidentemente llega tarde luego de tantas denuncias que ha habido de sobre las tortugas”, expone Ruiz.

El director de Fundación del Río también menciona que este no es un problema de ahora, y que en los mercados capitalinos y de otras zonas del país se siguen comercializando tortugas y sus huevos. Sostiene que otro de los graves problemas que afecta a estos quelonios es la pesca de arrastre.

“La pesca de arrastre permitida por el régimen Ortega-Murillo sigue siendo una de las principales causa de peligro no solo para el hábitat de las tortugas sino también para las mismas tortugas y eso se evidenció en 2022 cuando hubo una mortandad por el aumento de la pesca de arrastre en San Juan del Sur. La política debe ser integral y no vinculada solamente al comercio”, agregó el ambientalista.

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