China, el "peligroso" prestamista de Nicaragua

Desde que el régimen reanudó relaciones diplomáticas con China Continental, ha anunciado más de una docena de proyectos que podrían ahogar a Nicaragua en millonarias deudas, advierten economistas.

China, el país que ahoga en deudas a otras naciones
El presidente chino Xi Jinping
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Despacho 505
  • junio 07, 2024
  • 01:57 PM

La estrategia diplomática y comercial de China, desde que irrumpió en América Latina para restar influencia a Estados Unidos, ha sido endedudar a los países con los que se relaciona.  Se muestra dispuesta a cooperar y prestar dinero, pero luego las naciones se endeudan tanto que tienen que ceder concesiones por décadas. Nicaragua no ha sido excepción. Ha pasado en Laos Sri Lanka y El Salvador. 

Desde que el régimen  de Daniel Ortega y Rosario Murillo reanudó relaciones diplomáticas con China Continental, tras la abrupta ruptura con Taiwán en diciembre de 2021, han anunciado de la mano del gigante asiático más de una docena de proyectos que generarán millonarias deudas a Nicaragua, según expertos consultados por DESPACHO 505.

Al cierre de 2023, de acuerdo con datos del Banco Central, Nicaragua (BCN), el país acumulaba una deuda externa de 15,214.1 millones de dólares equivalente al 97,3 % del producto interno bruto (PIB) del país (15,671.6 millones de dólares). De concretarse los proyectos planteados de la mano de China, el monto de la deuda aumentaría significativamente y podría llegar a convertir al país en “una colonia china” , expone el economista y analista político José Dávila Membreño.

LAOS, “HIPOTECADO” CON CHINA

Laos es un país del Sudeste Asiático que comparte su frontera norte con China, y en el este, oeste y sur con naciones como Vietnam, Myanmar, Tailandia y Camboya. Esa nación se encuentra entre los intereses del gigante asiántico en expandir sus tentáculos por el mundo.

En los últimos años China ha sido el mayor inversor en Laos, ha financiado presas hidroeléctricas, trenes y autopistas, con la promesa del desarrollo y de proteger a ese país de una eventual crisis, pues hasta finales del año pasado el índice inflacionario superaba el 41 por ciento y su moneda, el kip laosiano, se había depreciado más de un 43 por ciento frente al dólar de Estados Unidos.

El problema de Laos, un país sin salida al mar con 7,5 millones de habitantes, es que prácticamente todo se importa. La nación tiene ahora “una economía en apuros”. “Agricultores que ya no pueden permitirse comprar fertilizantes, niños que han abandonado la escuela para trabajar y familias que recortan gastos en atención sanitaria”, informaron medios de comunicación internacionales. 

Según información del laboratorio de investigación AidData de William & Mary, que realiza un seguimiento de los préstamos chinos, calcula que desde el año 2000, Laos aumula una deuda de 12.200 millones de dólares con China que equivalen al 65 por ciento de su PIB, y si a eso se añade los préstamos con otras organismos financieros internacionales y países, ya supera el 120 por ciento. Lo que mantiene al país ahogado en deudas.

“Laos recibió millonarios préstamos para proyectos chinos de infraestructura en gran escala, y ahora no puede pagar, y prácticamente ese país está hipotecado, hasta el punto que parece una colonia china”, explica a DESPACHO 505 el economista y analista político José Dávila.

CHINA SE APODERÓ DE UN PUERTO DE SRI LANKA

Pero este no es el único país al que China mantiene sumido en millonarias deudas, un caso similar ocurre en Sri Lanka, con la salvedad de que este se vio obligado a entregar el puerto marítimo de Hambantota a una empresa china en un arrendamiento por 99 años para saldar 1.12 mil millones de dólares.

Sri Lanka es una isla en el océano Índico, situada en Asia del Sur, precisamente en el camino de las principales rutas marítimas del mundo y por ello, China puso sus ojos en ella. Ese país tiene una extensión territorial (65 mil 610 km²​) casi dos veces menor que la de Nicaragua, pero con una población cuatro veces mayor (24 millones 500 mil habitantes).

China financió en ese país, por un monto de 1,100 millones de dólares, el puerto Magampura Mahinda Rajapaksa, en la ciudad de Hambantota de la provincia sur de Galle, uno de los más importantes de ese país. Pero desde que fue entregado en 2010 empezó a registrar pérdidas hasta acumular una deuda de 1,400 millones de dólares en 2017. Al no poder pagar, Sri Lanka se vio obligada a ceder el puerto a una empresa china, además de 15,000 acres de terreno a su alrededor.

Pero este no fue el único proyecto fracasado que China llevó a cabo en Sri Lanka, en la lista se cuenta un centro de conferencias cercano al puerto que costó 15,5 millones de dólares y el aeropuerto internacional Mattala Rajapaksa, por el cual el gigante asiático desembolsó un préstamo de 200 millones de dólares. Distintos medios de comunicación internacionales han indicado que los ingresos de este aeropuerto no cubren ni las facturas de electricidad.

Algo similar podría ocurrir con el aeropuerto que la dictadura espera construir de la mano de China en Managua. 

CHINA “NO PERDONA DEUDA”

China ha hundido a estos países en una situación de pobreza cada vez más crítica tras ahogarlos en millonarias deudas y con pocas posibilidades de negociarlas. A finales de marzo de 2023, The New York Times publicó un artículo en el que señala que el gigante asiático “cobra tasas de interés un tanto elevadas, por lo general del 5 por ciento”, por encima del 2 por ciento de los préstamos que otorgan organismos financieros como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

También en marzo del año pasado, el economista argentino Federico Foders dijo a la radiodifusora alemana Deutsche Welle (DW) que China no perdona la deuda económica, sino que extiende la línea de crédito” haciendo que los países sigan acumulando deudas.

El miedo a que esa misma dinámica se extienda a Nicaragua es latente, el régimen Ortega-Murillo ha hecho alarde de los acuerdos firmados con China de más de una docena de proyectos, entre ellos, un nuevo aeropuerto en una vieja pista de aterrizaje en San Francisco Libre, carreteras, centrales hidroeléctricas y hasta trenes.

Incluso, algunos economistas como Marco Aurelio Peña han explicado que el gigante asiático podría llegar a convertirse en un prestamista para el país ante la falta de créditos otorgados por organismos internacionales como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.

En vista de estos ejemplos y de si China llega a financiar los proyectos prometidos por Ortega, José Dávila señala que la situación podría ser “peligrosa” para Nicaragua.

Advierte que el país puede llegar a ser una colonia china, "con el agravante de que en lo real, lo microeconómico las familias nicaragüenses, lo cualitativo y el desarrollo humano integral, y hasta la equidad, seguirá siendo el país más atrasado de América después de Haití”.

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