Fitch Ratings eleva calificación de crédito Nicaragua de “B-” a “B”, perspectiva estable
La calificadora de riesgo expone que el régimen acumula reservas para sortear la falta de préstamos internacionales.
- junio 01, 2024
- 08:56 AM
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La agencia calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings elevó a Nicaragua de la categoría “B-” a “B”, perspectiva estable, según informó este jueves 30 de mayo, en su sitio web.
Fitch Ratings explica que esta mejora en la calificación se debe a las políticas implementadas por el Banco Central de Nicaragua (BCN), que han llevado a superávits y a la acumulación de reservas financieras.
“La mejora de las calificaciones de Nicaragua refleja políticas prudentes que han llevado a superávits gemelos y a la acumulación de reservas financieras. Esto ha colocado al soberano en una posición más fuerte para gestionar las consecuencias económicas adversas de las sanciones y las tensiones políticas más amplias”, agrega Fitch Ratings.
El economista Marco Aurelio Peña explica que la calificación de Fitch Ratings es “muy puntual sobre aspectos macroeconómicos y macrofinancieros muy puntuales, muy parcial”, porque solo se basa en datos oficiales y no incluye aportes de centros independientes de pensamiento, que están ausentes en Nicaragua luego que el régimen les cancelara la personería jurídica.
Esa misma observación hace el economista y analista político José Dávila Membreño, quien expone que la agencia calificadora debería de examinar a fondo y cuestionar los datos oficiales.
“Obvio que a esto hay que ponerle atención para ver qué pretende el gobierno, y que pretende Fitch calificadora que debiera ser más objetiva, y a nivel internacional es todo un juego de imagen del que Ortega y su régimen quieren sacar provecho”, explica Dávila Membreño.
SE REDUCEN LAS OPCIONES DE PRÉSTAMOS
En el “comentario” que hace Fitch Ratings, expone que las políticas han sido implementadas por el régimen para amortiguar las reducidas opciones para adquirir préstamos y la dependencia solo del BCIE ante la ausencia de otros organismos financieros.
Según Fitch Ratings, las tensiones internacionales han resultado en una “reducción significativa” de la financiación de muchos bancos multilaterales, en parte debido a la oposición y sanciones impuestas por Estados Unidos. Esto ha obligado a que el régimen dirigido por Daniel Ortega y Rosario Murillo dependa cada vez más del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Durante la gestión de Dante Mossi el régimen nicaragüense recibió una cantidad significativa de préstamos millonarios, por ello el titular del BCIE llegó a ser llamado “el banquero de dictadores”, pero en diciembre de 2023 la costarricense Gisela Sánchez fue juramentada como la máxima representante de ese organismo financiero, entre sus promesas está “diversificar la cartera” y señaló que Nicaragua y El Salvador “están en el tope de los límites”, por lo que ambos países podrían ver reducidos los desembolsos.
“La ya gran exposición del BCIE a Nicaragua, así como un reciente cambio en su presidencia en medio de llamados a una consideración más estricta de los derechos humanos, plantean cierta incertidumbre sobre cuánto financiamiento seguirá proporcionando. Fitch supone cierta reducción en los desembolsos del BCIE en comparación con los grandes montos observados en años anteriores”, agrega la agencia calificadora.
¿CHINA SERÍA EL NUEVO PRESTAMISTA?
Ante la falta de financiamiento, Marco Aurelio Peña señala que Nicaragua siempre va a tener acceso a determinados préstamos del BCIE porque aporta al sistema de integración centroamericano y al mismo banco, y ve la posibilidad de que China se presente como un eventual prestamista.
“China se posiciona geoeconómicamente como un eventual prestamista, no un donante como Taiwán con el cual ya no hay relaciones diplomáticas. Los bancos chinos se presentan también como posibles instituciones que puedan facilitarle el acceso a créditos”, agrega Peña, pero advierte que esto no sustituirá las dinámicas que se tenían con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Sin embargo, el depender de china “es lo más peligroso que puede haber”, explica José Dávila y ejemplifica con la situación que ocurre en Laos, un país asiático que recibió millonarios préstamos para proyectos chinos de infraestructura en gran escala, y ahora no puede pagar.
“Prácticamente ese país (Laos) está hipotecado, hasta el punto que parece una colonia china. Nicaragua puede llegar a ser una colonia china, con el agravante de que en lo real, lo microeconómico las familias nicaragüenses, lo cualitativo y el desarrollo humano integral, y hasta la equidad, seguimos siendo el país más atrasado de América después de Haití”, sostiene el analista político.
INSS CON “DESAFÍO” FISCAL
Sobre el INSS, Fitch Ratings dice que “sigue presentando un desafío fiscal a mediano plazo” y que depende del gobierno central desde que agotó sus reservas en 2018.
No obstante, sostiene que su déficit “se ha mantenido manejable en el 0,5% del PIB (Producto Interno Bruto) después de cambios paramétricos parciales, y una recuperación del mercado laboral”.
En el informe mensual de empleo correspondiente a marzo de 2024, que publicó el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide), expone que la tasa neta de ocupación a nivel nacional fue 96.4 por ciento y que el subempleo “resultó de 39.2 por ciento, aumentando en 2.4 puntos porcentuales respecto a marzo 2023 (36.8%)”, es decir, 4 de cada 10 nicaragüenses se encuentra subempleado.
Y precisamente, entre marzo y abril de este 2024, el INSS perdió 2 mil 917 afiliados activos, lo que contradice los discursos oficiales y refleja que el número de trabajadores informales aumentará o en el peor de los casos, saldrán del país en búsqueda de mejores oportunidades.
Tanto Marco Aurelio Peña como José Dávila Membreño coinciden en que el INSS “no tiene solución a corto plazo” porque el desempleo en Nicaragua es muy alto, y que al final los más afectados son los beneficiarios de las pensiones, así como los asegurados que reciben servicios malos de parte de las instituciones subordinadas al seguro social.