Hartazgo de la población por impunidad estaría detrás de linchamiento de femicida en Bilwi

El cansancio y la frustración de la población por el alto grado de impunidad en los crímenes que se cometen contra las mujeres, especialmente en la región del Caribe, estarían detrás del mortal linchamiento en Bilwi de un hondureño que este lunes 6 de mayo mató a machetazos a su cuñada e hirió gravemente a su pareja.

El hondureño Licar Michell Bonaparte murió la mañana de este martes en el hospital Nuevo Amanecer de Bilwi, tras haber sido agredido por pobladores, enardecidos porque mató a machetazos a su cuñada Jhoysi Panting López, de 27 años de edad, y dejó herida de gravedad a su cónyuge Aracely Panting López, de 29.

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La ahora fallecida intentaba defender a su hermana de los machetazos del agresor, de 30 años de edad.

Linchado con una varilla

Tras el crimen, Bonaparte se ocultó en una casa, pero fue encontrado por pobladores que lo golpearon, inclusive, con una varilla. En un video que circula en redes sociales, se observa que seis patrullas policiales cargadas de agentes estaban en el luchar del linchamiento, pero los policías no pudieron evitar que la enardecida población golpeara al presunto femicida.

Bonaparte estuvo en cuidados intensivos hasta su muerte en el mismo hospital donde su cónyuge, Aracely Panting López, se encuentra entre la vida y la muerte, por los machetazos que le propinó el ahora fallecido, y donde murió su hermana, Jhoysi Panting López, también atacada por el agresor.

Al momento del hecho, según dijo la madre de las dos víctimas de Bonaparte, el hondureño llegó ebrio a la casa cerca de las 2:00 de la madrugada de este lunes 6 de mayo, gritando, por lo que Aracely le pidió que se fuera.

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A las 4:00 de la mañana, cuando la madre se volvió a despertar, ya sus hijas habían sido agredidas. La fallecida fue herida en el cuello, en la espalda y en el pecho.

Población cansada de impunidad

El posterior linchamiento de este femicida, explica una activista feminista del Observatorio Voces contra la Violencia, se produce en parte porque existe un alto grado de impunidad en los crímenes contra las mujeres que "hace que la población actúe".

"Reaccionó la población, ahí nomás lo mataron porque es un hondureño con la facilidad de huir a su tierra y muchos femicidios que han ocurrido en esa zona (Caribe del país) han quedado en la impunidad porque fácilmente huyen hacia Honduras", explicó la experta en violencia de género.

La especialista indica que no es el primer caso de ese tipo que se produce en el país. "La misma población los ha agarrado, por la misma furia que da ese acto violento contra las mujeres", dice.

El actuar de la Policía Orteguista también es displicente en estos casos, añade la activista, algo lamentable porque "un femicidio trastoca a la comunidad, así como toca a la familia ese dolor. Esos casos son duros. Este hombre (el hondureño) dejó grave a la esposa y mató a la cuñada, dos casos, no se sabe si quedará en incapacidad la esposa", señaló.