Católicos nicaragüenses exiliados en Costa Rica conmemoran el sexto aniversario de la Rebelión de Abril

La parroquia San Isidro Labrador, en San José, Costa Rica, conmemoró este domingo el sexto aniversario de la Rebelión de Abril. Con una misa presidida por el sacerdote exiliado Uriel Vallejos, la comunidad nicaragüense rindió homenaje a las más de 355 personas que murieron a manos de policías y parapolicías afín al régimen de Daniel Ortega. 

“Al ofrecer esta Santa Eucaristía para mí es un privilegio, sé que tengo que ser fuerte porque hay mucha tristeza, mucha nostalgia y muchos sentimientos encontrados, pero no tenemos que dejar a nuestra gente, hay que acompañarle en este momento de dolor y de calvario”, dijo el sacerdote Uriel Vallejos antes de iniciar la eucaristía.

El sacerdote también invitó a migrantes venezolanos y cubanos a asistir a las eucaristías en la parroquia de San Isidro Labrador, puesto que en la pastoral social del migrante, el religioso acompaña también a los feligreses de otros países que atraviesan una situación parecida a la de Nicaragua.

“Como religioso he observado un despertar, porque veo a muchas personas en la actividad de hoy y así la iglesia católica está encausando para que el pueblo nicaragüense se una, que es lo que estamos buscando”, añadió el sacerdote.

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“NO PODEMOS SER CRISTIANOS INDIFERENTES O TIBIOS”

Durante la homilía brindada por el padre Uriel Vallejos, vicario de la parroquia San Isidro Labrador, dijo que en la iglesia Católica “no podemos ser cristianos indiferentes o tibios, valientes y decididos al cambio”.

“Al sufrido, al exiliado, al desterrado, al desnacionalizado, al hermano nicaragüense migrante, hoy no merece ver pseudo políticos, ni merecen escuchar discursos banales porque como dice el refrán popular ‘Entre el dicho y el hecho hay mucho trecho’”, replicó el sacerdote.

Asimismo expresó que “es triste saber que hay opositores que cargan entre sí la complicidad de crímenes pasados y que son coautores de confiscaciones en la época perdida de los 80’ y que fueron parte del coro vociferante que irrespetó a San Juan Pablo II”.

Finalmente, el prelado pidió justicia para aquellos padres y madres de familia que perdieron a un hijo en la masacre del 2018 ejecutada por agentes de la Policía, el Ejército y paramilitares sandinistas.

“Aún las lluvias no lavan la sangre de Giovanni Sovalbarro, de 24 años, que lo mandaron a asesinar el 20 de abril en la ciudad de Sébaco, mi parroquia; Francisco Valdivia de Estelí, la desesperación de Alvarito Conrado por querer respirar, siguen  siendo la fatiga de muchos nicaragüenses”, denunció el religioso.