El régimen ha confiscado más de 50 medios de comunicación en Nicaragua, sin conseguir callar a la prensa independiente

A la confiscación de medios de comunicación se suma el exilio forzado de al menos 242 periodistas debido a las amenazas, la persecución y el temor a ser encarcelados

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  • febrero 21, 2024
  • 12:04 PM

Cárcel, destierro, exilio, encarcelamiento y confiscación. Son las amenazas a las que se enfrenta el periodismo nicaragüense desde 2018 bajo el régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Los ha orillado a un periodismo de catacumbas dice un informe presentado este miércoles por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca + que denuncia la confiscación, cierre o destrucción de 54 medios de comunicación y 16 espacios informativos entre abril del 2018 y finales de diciembre del 2023.

La embestida a la libertad de prensa, ha forzado al exilio a 242 periodistas debido a las amenazas, la persecución y el temor a ser encarcelados por el simple hecho de cumplir la labor de informar.

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La sistematización sobre los ataques a la libertad de prensa, señala que los medios de comunicación fueron confiscados, destruidos y cerrados, "en un intento de obstaculizar el trabajo del periodismo nicaragüense en la denuncia de las graves violaciones de derechos humanos".

No obstante, destaca el informe, el periodismo nicaragüense en el exilio continúa informando sobre los abusos de derechos humanos que se cometen en el país. "Quizás sea una de las pocas cosas positivas que desde el exilio proponen la actual generación de periodistas nicaragüenses", subraya.

EL CASO DE VÍCTOR TICAY

En el informe "La valiente respuesta del periodismo en Nicaragua" se recoge el caso del periodista Víctor Ticay, quien forma parte de más de un centenar de presos políticos.

Ticay se desempeñaba como corresponsal de Canal 10 y tiene casi 11 meses detenido en las cárceles del régimen Ortega-Murillo. Fue condenado a ocho años de prisión bajo la acusación de difundir información falsa y conspirar para desestabilizar la integridad nacional solo por transmitir una actividad religiosa.

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La grave situación que atraviesa el periodismo nicaragüense empeoró a partir de las protestas  cívicas de abril del 2018,  que fueron aplastadas con una brutal  represión armada dirigida por la fuerza pública al servicio del régimen.

"Cuando inició la rebelión cívica en Nicaragua, periodistas y medios de comunicación de este país han sido objeto de amenazas, persecución, encarcelamiento, tortura, destierro, desnacionalización y despojo de sus propiedades", señala la organización Nicaragua  Nunca Más.

Agrega que para muchos  periodista el  cambio ha sido difícil y ha representado un desafío que los ha llevado incluso a buscar otros medios de subsistencia.

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