FOTORRELATO | Ocho mujeres y su lucha en el Día de la Mujer

Despacho 505 selecciona a ocho mujeres que han destacado en Nicaragua en diferentes áreas. Algunas son ejemplo de la lucha por la igualdad de las mujeres y los derechos de las comunidades indígenas, otras representan a madres que plantan cara a la dictadura, ambientalistas que defienden a la Tierra, presas políticas que ha sufrido vejámenes en centros de torturas y atletas que se abren camino en deportes dominados por hombres. Todas luchan también por la democracia. Estas son sus reflexiones sob

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  • marzo 07, 2020
  • 05:59 AM

FOTORRELATO | Ocho mujeres y su lucha en el Día de la Mujer

Por JOSÉ D. CRUZ

Despacho 505 selecciona a ocho mujeres que han destacado en Nicaragua en diferentes áreas. Algunas son ejemplo de la lucha por la igualdad de las mujeres y los derechos de las comunidades indígenas, otras representan a madres que plantan cara a la dictadura, ambientalistas que defienden a la Tierra, presas políticas que ha sufrido vejámenes en centros de torturas y atletas que se abren camino en deportes dominados por hombres. Todas luchan también por la democracia. Estas son sus reflexiones sobre lo que implica ser mujer en Nicaragua.

KYCHA LÓPEZ, exrea política

La dictadura de Daniel Ortega la encarceló por 10 meses en un centro penitenciario para hombres, tras ser secuestrada el 9 de julio de 2018. Fue acusada por terrorismo y financiamiento al terrorismo. Ahí sufrió violaciones sicológicas y físicas por parte de custodios. Es madre de una niña de 12 años y pese a que fue excarcelada por una polémica Ley de Amnistía es víctima del asedio constante de la Policía Orteguista. “Ser mujer en Nicaragua es ser un símbolo sexual, de limpieza, de esclavitud”, dice. Ella cuestiona que el régimen no ha enfrentado el machismo en Nicaragua, por lo que es responsable del incremento de los femicidios.“Tenemos que empoderarnos para se promulguen leyes que nos garanticen un empoderamiento”, agrega la estudiante de Derecho. Hace unas semanas, confrontó a oficiales que le impidieron salir de su domicilio: “Tengo a un pueblo que me respalda y a ustedes los odian”, “la cárcel me hizo más fuerte”, espetó a los oficiales.

SAYRA LAGUNA, deportista

Cree que es una mujer de carácter fuerte, pero manejable. De pequeña su papá menospreció su capacidad.Se equivocó, dice. Actualmente está a punto de terminar su tercera carrera universitaria y es una de las deportistas más destacadas de Nicaragua. Fue reconocida en 2017 como la Atleta Amateur del Año y en 2018 dedicó a las víctimas mortales de las protestas contra la dictadura de Daniel Ortega, una medalla obtenida en el Campeonato Panamericano de Sambo Acapulco. Los simpatizantes del régimen la han amenazado. En 2019 renunció al cargo que tenía en el Polideportivo España porque no estaba dispuesta a “bajar la mirada”. No se considera feminista, aunque insta a las mujeres que luchen por espacios hasta que haya igualdad. “Las mujeres van asumir cargos importantes en Nicaragua que cambiarán el rumbo del país”.

TAMARA DÁVILA, feminista y activista

Es una feminista que lucha por la igualdad y el fin de la dictadura de Daniel Ortega. En agosto pasado, la Policía Orteguista la arrestó en Managua cuando participaba, junto a otras feministas, en un plantón por la liberación de los presos políticos. La liberaron dos horas después. Cuestiona el machismo que impera en la clase política: “Después del 18 de abril de 2018, queremos una nueva Nicaragua, pero el machismo y la cultura política caudillista patriarcal sigue estando intacta y lo vemos no solo en el aumento de los femicidios y los acosos, sino también en todo el manejo político de la Coalición Nacional, en todos los sectores de la política vemos una escasa presencia de mujeres”, señala. Para ella las mujeres no solo son un par de tetas, sino que aportan a la sociedad. Dice que es un ser humano en constante reflexión y llega a cuestionarse a sí misma por tener actitudes machistas y autoritarias: “Son prácticas con las que he crecido, y tengo que revisarme para no reproducirlas”.

LIZETH DÁVILA, madre del niño mártir Álvaro Conrado

Las fuerzas represivas de la dictadura asesinaron a su hijo Álvaro Conrado (15 años) el 20 de abril de 2019.Desde entonces no ha cesado en denunciar a la dictadura por cometer crímenes de lesa humanidad y exigir justicia para su hijo y centenas más de jóvenes que perdieron la vida durante la Rebelión de abril. Es miembro de la Asociación Madres de Abril (AMA), organización compuesta por los familiares de las víctimas mortales de la dictadura. Ha recorrido América y Europa para informar a gobiernos e instituciones internacionales defensoras de derechos humanos del horror que vive Nicaragua. “Ser mujer y madre es un peligro y delito a la vez porque no se respeta ningún derecho humano”, dice. “No quiero que el asesinato de mi hijo quede en la impunidad, quiero justicia y mi objetivo es que el mundo sepa que en Nicaragua vivimos en dictadura”, agrega. Comenta que no se cansará de denunciar al régimen

MARYORIT GUEVARA, periodista y feminista

Se define como feminista insurrecta, contestataria, madre, periodista y bloguera. Es directora del medio digital La Lupa y coautora de El blog de tu madre, un espacio de denuncia social para las mujeres que buscan justicia. Para ella ser mujer en un país como Nicaragua es estar expuesta a una serie de violaciones a los derechos humanos, no solo porque la administración pública es misógina y patriarcal, sino porque se vive bajo una dictadura que no respeta la libertad y los derechos de ninguno de sus ciudadanos ya sean hombres o mujeres. “Las mujeres no podemos ni vivir en paz, ni trabajar, ni estudiar, ni criar a nuestros hijos bajo ninguna dictadura, tampoco los hombres, entonces el gran desafío es sobrevivir y salir de esta dictadura”,agrega. Cree que el futuro de las mujeres, considerando el contexto actual, es el mismo de Nicaragua en tanto Daniel Ortega y Rosario Murillo sigan en el poder.


LOTTIE CUNNINGHAM, defensora de las comunidades indígenas

Es una mujer indígena del pueblo miskitu y defensora de los derechos humanos colectivos de las comunidades indígenas y afrodescendientes. Principalmente se ha convertido en la voz de todas las mujeres indígenas que han sido discriminadas y excluidas del desarrollo. Inició su trabajo como defensora en 1996. Uno de sus mayores logros es haber participado junto con otra ONGs nacionales e internacionales en el proceso de la demanda de la Comunidad de Awas Tingni contra Estado de Nicaragua ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, logrando una sentencia a favor de la comunidad. Es presidenta del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan), una organización que también promueve el liderazgo de las mujeres. Actualmente denuncia las matanzas indígenas a manos de colonos. Considera que uno de los desafíos como mujer es lograr una verdadera democracia en Nicaragua.

SALVADORA MORALES, ambientalista

Es una defensora del medioambiente, en particular de las aves. Quería estudiar relaciones internacionales, pero cuenta que esa carrera era inaccesible para una costeña, hija de una miskita del aislado Caribe nicaragüense. Se define como ecóloga, ornitóloga, activista y emprendedora. Ha estado a cargo de proyectos de conservación y adaptación al cambio climático y manejo de áreas protegidas. Hace cuatro años fundó la asociación Quetzallí dedicada al monitoreo de aves playeras y desde 2019 representa en América Central a la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras, de Canadá. Trabajó en Fauna & Flora y en 2012 contribuyó para que la Unesco declara Reserva de Biósfera a la isla de Ometepe. “Creo que para que logremos una transformación necesitamos ser parte del cambio y un cambio de nuestra cultura desde lo ambiental, político, económico y social”.  “Estamos en un país donde la violencia y la impunidad están avasallando a mujeres y niñas”.

YERLING AGUILERA, feminista en el exilio

La represión orteguista hizo que se exiliara en España a finales de 2018. Llegó, sin ánimos de quedarse a vivir en Madrid, en un Caravana de Solidaridad para crear conciencia sobre la represión que vive Nicaragua bajo la dictadura de Daniel Ortega. Es socióloga, feminista y miembro de la Articulación de Movimientos Sociales de Nicaragua. Para ella ser mujer en Nicaragua es un camino de subalternidad: “Somos las más excluidas dentro de las excluidas, las negadas dentro de las sin nombre, las subordinadas dentro de las personas más subordinadas, siempre hemos sido un sujeto que senos has querido orillar a la periferia, gobierne quien gobierne”. Duda que el panorama para las mujeres cambie en el país porque la agenda feminista seguirá siendo postergada bajo la idea de que “primero se tiene que ir Ortega y luego se puede volver a levantar la bandera feminista, como que si con la salida de Ortega todo va a cambiar por arte de magia”. 

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