Dos obispos, 13 sacerdotes y 3 seminaristas encarcelados: nueva ofensiva de la dictadura contra la Iglesia católica de Nicaragua

La dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua no da tregua a la Iglesia católica. Desde el 20 de diciembre de 2023, cuando fue apresado el obispo de la Diócesis de Siuna, monseñor Isidoro Mora, ejecuta una ola detenciones sin precedentes.

Hasta este miércoles, el conteo de religiosos apresados y desaparecidos por la Policía Orteguista en la nueva ofensiva contra la jerarquía católica se cifra en 17: un obispo, 13 sacerdotes y tres seminaristas.

La más reciente detención se reportó en la noche de este martes. La víctima es el seminarista Francisco Castiblanco, quien cursaba estudios en el seminario mayor Sierva de Dios Madre Albertina Ramírez Martínez de la Diócesis de Estelí.

Además, se ha informado del exilio forzado del sacerdote Fernando Téllez, párroco de la iglesia Nuestra Señora de las Américas en las Américas III, Managua.

De los 13 sacerdotes privados de la libertad, 10 pertenecen a la Arquidiócesis de Managua, Masaya y Carazo, que dirige el cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes.

13 SACERDOTES APRESADOS Y DESAPARECIDOS

Los sacerdotes que se encuentran encarcelados son Pablo Villafranca, canciller de la Curia Arzobispal de Managua; Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis de Managua; Héctor Treminio, tesorero de la Arquidiócesis de Managua; y Silvio Fonseca, vicario de Familia, Niñez y Juventud de la Arquidiócesis de Managua y director del Instituto Juan Pablo II.

También los sacerdotes Miguel Mántica, Raúl Zamora, Ismael Serrano, Mykel Monterrey, Gerardo José Rodríguez, y Jader Hernández, todos de la Arquidiócesis de Managua.

Los otros tres sacerdotes detenidos son Fernando Calero, de la diócesis de Matagalpa; Marco Díaz Prado, de la diócesis de León y Chinandega; y José Gustavo Sandino Ochoa, de la diócesis de Jinotega.

Los sacerdotes Óscar Escoto y Jader Guido, ambos de la diócesis de Matagalpa, fueron liberados horas después de haber sido detenidos, según el informe.

ORTEGA NO ESCUCHA AL PAPA NI A EE.UU.

El encarcelamiento de miembros de la Iglesia católica no ha parado pese al llamado a dialogar que hizo el papa Francisco este 1 de enero de 2024. El jerarca católico, expresó su "preocupación" por la detención de los sacerdotes católicos en Nicaragua y pidió directamente que "se busque siempre el camino del diálogo" para superar los problemas.

Ortega no ha reacionado. No suele hacerlo. Desde que llegó al poder en 2007, el veterano líder sandinista limita sus comparencias públicas, dejando en manos de su mujer y vicepresidenta, Rosario Murillo, el control absoluto de la comunicación de los asuntos del país.

Tampoco ha frenado la escalada de detenciones la demanda que hizo este martes el Gobierno de Estados Unidos a poner en libertad de manera "inmediata y sin condiciones", al obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, condenado a 26 años y 4 meses de cárcel tras negarse a ser deterrado.

Tras ese llamado, el régimen divulgó nuevas fotografías de Álvarez y copias de un supuesto chequeo médico a cargo del médico internista Yesser Rizo en presencia de los comisionados generales Zhukov Serrano y Luis Barrantes.

Serrano es subdirector y jefe de la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional, y Barrantes fue jefe de la delegación policial del departamento de Matagalpa.