La Coalición Nacional afronta el reto de mantenerse unida… hasta el final

La firma de la proclama de ayer fue el primer paso de la oposición para consolidar un bloque para enfrentar a Ortega. Ahora entrará a un proceso de negociación para definir el rol de cada organización y en el que será determinante el consenso y la unidad.

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  • febrero 26, 2020
  • 09:02 AM

MANAGUA - Si la Coalición Nacional fuese un edificio en construcción, la firma de ayer de la proclama, por parte de siete organizaciones civiles y partidos políticos, sería la primera piedra, el punto de arranque de un complejo proceso en el que los actores presentes, y los pendientes, tendrán que definir sus pesos y roles en este gran bloque con el que la oposición nicaragüense pretende acorralar a Daniel Ortega para que, entre otras cosas, libere a los presos políticos y acepte reformas electorales que garanticen comicios transparentes y observados en 2021.

Ante ese proceso preparatorio, la Coalición Nacional afronta el gran desafío de mantener la unidad y no sólo de los que ya han firmado, sino de los otros sectores políticos y sociales que se sumarán en los meses próximos. De esa unidad depende que este proyecto a futuro para el país no termine en una división como ocurrió con la Unión Nacional Opositora (UNO), que un día como ayer venció en las urnas a Daniel Ortega, pero que a los pocos meses de ese triunfo se desintegró.

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Aunque pareciera ser un escenario similar al de hace tres décadas, con el mismo Daniel Ortega en el poder, esta vez el liderazgo no está en manos de partidos políticos como en 1990, y al contrario recae en organizaciones sociales compuestas por campesinos, estudiantes, empresarios, intelectuales, excarcelados políticos, entre otros, todas surgidas al calor de la Rebelión de abril de 2018. 

A esta iniciativa, liderada por la Unidad Nacional y la Alianza Cívica, se han sumado el Partido Restauración Democrática (PRD), el Movimiento Campesino, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) y el partido indígena del Caribe Yatama.

Para Medardo Mairena, dirigente del Movimiento Campesino, la verdadera formación de la Coalición se dará cuando se finiquite el proceso de diálogo interno para establecer las reglas y las funciones de cada agrupación, y mediante un ejercicio democrático nombrar a un Consejo de Dirección que defina cómo se va a coordinar a este bloque a nivel nacional, departamental y municipal.

“Cuando tengamos ese nivel de organización vamos a acciones de presión para que la dictadura libere a los presos políticos, regrese los medios de comunicación confiscados, y que permita el regreso de los organismos defensores de derechos, y por supuesto el tema de reformas electorales”, asevera Mairena. 

El miembro de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Mario Arana, coincide en que la firma de ayer abre el camino para que se instale un mesa multilateral entre las organizaciones para acordar las reglas del juego. 

“Hay un trabajo largo por delante, hay un trabajo largo de estructurar al país. Y lo que se espera es una elección en 2021”, agrega Arana.

Este gesto, de mostrarse unidos en un bloque, sin importar las ideologías, es bien visto por la comunidad internacional que sigue atenta la unidad de la oposición. Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos se ha convertido en una pieza clave de presión para que Ortega acepte reformas electorales integrales.

“Se necesita la unidad, se necesita trabajar en eso, la comunidad necesita ver unidad en Nicaragua”, valora el analista Francisco Aguirre Sacasa. 

Previo a la firma de la proclama de la Coalición, tres exmiembros de la UNO dirigieron una carta a la oposición en la que llamaron a la unidad, y consideraron “imperativo sobreponer los intereses de la nación sobre cualquier interés sectario o particular”.

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“Todos los sectores deben participar en el esfuerzo patriótico de construir la Coalición, no deben haber exclusiones de ningún tipo, no deben dejar de dialogar para conseguir la unidad. El que se quiera excluir es decisión de él, pero la Coalición debe tener las puertas abiertas con los que están interesados en el bien de la nación”, dice  la carta firmada por Roberto Urroz, Guillermo Putoy y Luis Sánchez Sancho.

Los exintegrantes de la UNO también instaron a la oposición a construir un proyecto de nación que garantice la sostenibilidad democrática de Nicaragua. 

En esta línea, la Coalición ya ha estado revisando propuestas de un Código de ética, del Plan País y una estructura de gobernanza. 

Jesús Téfel, del consejo político de la Unidad Nacional, dice que los miembros de la Coalición han coincidido en que debe primar el consenso para evitar que un grupo se imponga sobre los demás. “El consenso es el principal mecanismo para la toma de decisiones porque nos va a obligar a ponernos de acuerdo”, comenta. 

“No podemos hacernos de la vista gorda de que lo que viene es un proceso complejo, en el que vamos a estar muy atentos, y como Unidad Nacional garantizar que las demandas de abril estén planteadas en todos esos documentos, me refiero a las demandas de la ciudadanía”, reconoce.

En el acto de este martes 25 de febrero el gran ausente fue el partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), que ha rehusado formar parte de la Coalición por su rechazo a dirigentes del Movimiento Renovador Sandinista (MRS). Sin embargo, horas después de la firma de la proclama emitió un comunicado en el que celebró el esfuerzo de la Alianza por conformar la Coalición. Evitó, eso sí, hacer mérito a la Unidad Nacional, a quien sin decirlo, ha catalogado su rival ideológico.  

Jesús Tefel ha dicho que en la Coalición han primado principios y valores y no ideologías.

“Ciudadanos por la Libertad está convencida que el camino correcto es la unidad de todos los nicaragüenses (...) para restablecer una democracia verdadera”, reza el documento. 

“Con CxL hay una comisión de trabajo, cada quien tiene un equipo para acercar posiciones, y ciertamente es como si estuvieran dentro de la Coalición”, señala al respecto Mario Arana, miembro de la Alianza. 

La Coalición, además del reto de la unidad, tiene que lograr integrar a los partidos políticos que demuestren ser opositores al régimen de Daniel Ortega. El PLC, manchado por el caudillismo y la corrupción y con diferencias con líderes de la oposición y organizaciones civiles, dio el paso para formar parte de este proyecto, e incluso, junto con las demás fuerzas políticas, aceptó apoyar las reformas electorales consensuadas por la Unidad Nacional, la Alianza Cívica y el Grupo Pro Reformas Electorales.

Partiendo de lo visto ayer en Managua, en la puesta de la primera piedra de este edificio llamado Coalición Nacional, las siete organizaciones por ahora tienen claro que no sólo están de cara a un proceso electoral y restablecimiento de derechos constitucionales, sino a un proyecto de nación que transformará el país.

“Lo importante es que esta fuerza permanezca unida”, concluye Arana.

José Denis Cruz y Léster Arcia colaboraron en este reporte. Las fotos fueron tomadas por Confidencial.

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