Rosario Murillo descarga diatriba contra adversarios políticos del régimen

Utilizando figuras retóricas, invoca mensajes bíblicos y llama traidores, cobardes, arrodillados, serviles, sumisos, calumniosos a los adversarios políticos del régimen de Daniel Ortega.

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  • febrero 24, 2020
  • 10:00 AM

Utilizando figuras retóricas, Rosario Murillo invoca mensajes bíblicos y llama traidores, cobardes, arrodillados, serviles, sumisos, calumniosos a los adversarios políticos del régimen de Daniel Ortega.

Rosario Murillo sacó a relucir su diatriba contra los adversarios políticos de Daniel Ortega, a quienes acusó de traidores, cobardes, arrodillados y de ser "puercos al recibir migajas después de venderse", sin mencionar a quién.

“Pobres de los que esperan la bochornosa migaja, el mendrugo del amo, la orden del que paga, del que apaga, del que también les aborrece. Porque a los cobardes y arrodillados, nadie respeta. Los usan, pero no los quieren. Una vez usados, los desechan. Son números para el descarte. Así ha sido y es la historia de los que se arrodillan. Ellos mismos se ubican entre los desahuciados de la historia”, acusó Murillo a los opositores del régimen.

En su rabieta, Murillo dijo que “solo pueden mostrar miserias, traiciones, miserias acondicionadas, y condicionadas, por el entreguismo cómodo. Y `puerco´, diría Tomás. (…) Pobres de los que siempre han sido, y serán, ajenos, los que viven, si viven, en lo ajeno, y en ajenos horizontes, tristes, sumisos, serviles y acobardados ante el látigo del amo extranjero”.

Advirtió que el régimen nunca olvidará, a pesar que hable de amor al prójimo, porque sería repetir “la emboscada a la confianza”.

SE DECLARA VÍCTIMA DE TRAICIÓN

Murillo señaló que “los forajidos”, “saludaban, con una mano y enterraban cuchillos con la otra. Los cien puñales afilados, abusaron, manosearon, profanaron y violaron los sagrados colores y emblemas de la patria”.

Asimismo, en modo intimidante afirmó conocerlos perfectamente y los acusó de usar diferentes rostros para ocultar sus verdaderas identidades.

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“También su feria de vanidades, y mascaradas de odio, no olvidamos. Tantos disfraces malévolos, rostros que no podían ocultar la perfidia; ávidas y depravadas miradas; apetitos inmorales; voracidad, descompuesta insolencia, maquinaciones criminales”, dijo.

Incluso los acusó de egoístas, avaros y de pertenecer a la “historia de la infamia, donde tienen decenas de tronos, en el oscuro relato del deshonor, en la narrativa del entreguismo, de la corrupción espiritual y material, y de la aborrecible y apátrida condición”.

RÉGIMEN NIEGA SUS CRÍMENES

Murillo una  vez más trató de deslindar responsabilidades sobre los crímenes cometidos por órdenes del régimen a partir de abril de 2018, y acusó a opositores de crímenes de odio.

“Porque sabemos de sus aberraciones, del dolor, de la tragedia que impusieron a nuestra Nicaragua linda. Porque jugaron con la paz. Porque mataron, violaron, violentaron, secuestraron, torturaron, trancaron. Porque abusaron de la confianza. Porque tocaron a Dios, que es amor, con las manos sucias. Con perfidia. Con odio. Con ambición desmesurada. Con despiadada conducta”, dijo Murillo sin remordimiento.

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Murillo continuó su narrativa de responsabilizar a la empresa privada de provocar el despido de al menos 160 mil trabajadores.

“Con la misma y atroz indiferencia que lanzó a la calle, al hambre, al desamparo, a más de 160,000 familias, sin compasión, sin misericordia, sin cristiana consideración. Crímenes imperdonables, para nunca olvidar”, reiteró.

LLAMA MANIPULADORES A OBISPOS

Murillo acusó a los obispos de la Iglesia Católica de bendecir lo que ella calificó como “terrorismo criminal”, y de realizar manipulación de la fe con mensajes calumniosos y códigos infernales.

“No se irán de nuestras memorias, las imágenes trágicas del dolor, las lágrimas, el sufrimiento del pueblo bueno, creyente y atónito, ante la manipulación de la fe, y entre tantos calumniosos y falsos mensajes, desde estaciones de redes extranjeras, donde instruían y reproducían códigos infernales, etiquetas sangrientas, palabras sucias, lesa humanidad, odio contra el prójimo, que no les provocaba., que no les dañaba”, apuntó.

Según Murillo, el régimen fue víctima de una traición promovida por grupos con los que mantenían alianzas “que se revelaron”.

“Así llegó el diluvio creado, preparado, y dirigido por los fuegos del infierno. Y el Arca naufragó (…) como la tal Alianza que presentó su rostro verdadero, entre falsificados crucifijos y más falsas plegarias; la tal Alianza explotó presentando el rostro vivo de lo despreciable, de la indignidad, todo envuelto en pacas y retazos, del más barato y burdo material. Poco humano, nada compasivo, pura egolatría y perversión”, recriminó.

Además los acusó de cometer actos de corrupción, “porque se llevaron lo malhabido y codiciosamente vaciaron las arcas nacionales”, y lamentó no poder devolver el “ojo por ojo o diente por diente”.

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