El senador Marco Rubio pide al Papa que interceda por la liberación inmediata de monseñor Álvarez

El senador estadounidense Marco Rubio solicitó al papa Francisco que interceda por la liberación "inmediata e incondicional" de monseñor Rolando Álvarez, el obispo de la Diócesis de Matagalpa condenado a más 26 años de cárcel por supuestos delitos que son considerados traición a la patria.

La petición al Papa fue transmitida por medio de una carta en la que Rubio expresa su preocupacuón por el trato injusto que recibe el religioso, ya que fue condenado bajo “cargos ficticios” y se han “revelado pruebas que sugieren que el obispo Álvarez ha sufrido torturas a manos del régimen de Ortega”. 

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"Su Santidad, permítame transmitirle con todo mi respeto y preocupación por el trato inhumano que recibe el obispo Álvarez y mi más sincero deseo que intensifique sus esfuerzos para lograr su liberación inmediata e incondicional", dice parte de la carta.

El religioso está recluido en las celdas de máxima seguridad de la cárcel La Modelo, situada a las afueras de Managua, bajo un estricto régimen de aislamiento. El pasado 28 de noviembre la dictadura divulgó imágenes y un video del obispo de Matagalpa en las que supuestamente recibe condiciones “preferenciales”, no pudiendo ocultar el deterioro físico del religioso, principalmente la pérdida de peso y el semblante demacrado.

Rubio ruega además al Santo Padre que interceda también por el derecho a la libertad de culto de todos los católicos en Nicaragua. "Me esfuerzo por seguir su consejo de refugiarme en la palabra de Dios y orar por aquellos en Nicaragua que son perseguidos por su fe”, le expresa.

ÁLVAREZ TESTIMONIO DE RESILIENCIA

En la misiva, Rubio recuerda a Francisco que desde que monseñor Álvarez fue ordenado como sacerdote ha sido un pastor leal a la fe católica “y de la dignidad esencial de toda vida humana en Nicaragua”. 

“El obispo Álvarez ha utilizado su ministerio para exigir el respeto de los derechos humanos fundamentales otorgados por Dios en su país, lo que llevó al régimen de Ortega a ver a la Iglesia Católica como una amenaza a su gobierno ilegítimo”, añade.

Monseñor Álvarez se ha negado al detierro forzado en tres ocasiones, la primera fue en febrero de este año junto a los 222 presos políticos que fueron despojados de la nacionalidad y enviados en avión a Estados Unidos.

“Es un testimonio de la resiliencia de los católicos de todo el mundo que el obispo Álvarez haya rechazado esta oferta para seguir apoyando valientemente a aquellos nicaragüenses que aún permanecen injustamente detenidos”, señala el senador. 

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La dictadura de los Ortega-Murillo a mediados de octubre desterró a 12 sacerdotes que estaban detenidos, ha impedido el ingreso de sacerdotes, ha expulsado a religiosas, ha confiscado universidades católicas y expulsó del país al Nuncio. 

Además, ha prohibido las procesiones religiosas y cancelados organismos no gubernamentales relacionados con la Iglesia católica de Nicaragua.