"La paz de los nicaragüenses según Murillo: muertos, mudos o desterrados", critica obispo de Honduras

El obispo de Danlí (Honduras), José Antonio Canales, uno de los religiosos centroamericanos más críticos de la dictadura que padece Nicaragua, cuestionó este viernes la escalada represiva e identificó a la sancionada Rosario Murillo detrás de una política terror que se traduce en muerte, silencio y destierro.

"La paz de los nicaragüenses según Rosario Murillo: muertos, mudos o desterrados", cuestionó el religioso hondureño y miembro del Secretariado del Episcopado de América Central (Sedac) cuestionando la versión manipulada que ofrecido el régimen a través de la sancionada vocera sobre el destierro a Roma de los doce de los trece sacerdotes que mantenía encarcelados.

Este jueves Murillo dedicó su habitual alocución para justificar la expulsión de los religiosos y venderlo como muestra de buena voluntad del orteguismo para garantizar la paz en el país.

Según dijo, el destierro es la única “solución necesaria" para resolver el “desafío” que tiene el régimen con la Iglesia católica en Nicaragua.

“El camino es hacia el futuro. No se camina para atrás, no se camina hacia el pasado. Hay quienes pretenden reencontrarse con un pasado que no fue nada constructivo”, agregó.

Las palabras de Murillo, resultan una sentencia para el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien se ha negado a recuperar su libertad por medio del destierro.

Lo dicho por la funcionaria descarta de lleno otorgar la libertad incondicional a monseñor Álvarez pide y que ha reiterado esta semana rechazando la oferta de salir del país junto a otros 12 sacerdotes presos políticos enviados al Roma.

Acerca de la postura el jerarca condenado a 26 años y 4 cuatro meses por "traición a la patria" el obispo de Daní fue enfático: "¿Por qué Monseñor Rolando Álvarez no quiere salir de Nicaragua? R: Porque todo ser humano tiene derecho a ser libre en su propio país".