Líderes miskitos de Honduras condenan el arresto de los diputados de Yatama, llaman defenderse de los "déspotas que quieren permanecer en el poder"

Los líderes miskitos de Honduras condenó este martes la detención "arbitraria e ilegal" de los diputados Brooklyn Rivera Brayan y Nancy Elizabeth Henríquez, del partido indígena Yatama, y llamaron al pueblo miskito a estar "alerta" para defenderlos de los atropellos de "déspotas que quieren permanecer en el poder".

“El hecho de pensar diferente al presidente de la República no es una amenaza política, es un derecho de la humanidad. El pensar diferente nos identifica a los humanos de los animales y eso no constituye ningún delito que amerite una persecución política”, cuestiona la organización Miskitu Asla Takanka (Masta).

Masta, integrada por los doce consejos regionales, la organización de juventud, mujeres y consejos de ancianos, calificó de “secuestro ilegal y arbitrario” la detención Rivera Henríquez y expresó su “solidaridad incondicional" con el pueblo miskitu de Nicaragua.

En el pronuniciamiento elevan un llamado "a todos los miskitos de Honduras y Nicaragua a estar alerta ante cualquier llamado para defender y evitar más violación de los derechos humanos de nuestros líderes por parte de gobiernos déspotas que quieren permanecer en el poder”.

La organización demandó la inmediata liberación y protección de la vida de los parlamentarios detenidos, sin que hasta el momento se conozca su paradero ni los cargos de los que se le acusa. “No han cometido ningún delito ante las leyes de ese país”, señalan.

Masta, además, pidió a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos que intercedan en defensa de los derechos de los dirigentes Yatama.

El diputado propietario Brooklyn Rivera Brayan fue arrestado el 29 de septiembre por oficiales de la Policía Orteguista que rodearon su casa en la ciudad de Bilwi, en el Caribe Norte de Nicaragua, y lo subieron a una patrulla sin informar los motivos de la detención. El diputado permanecía en el país contra la voluntad del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que en abril pasado le prohibió la entrada al país tras participar en un foro de Naciones Unidas donde expuso el destierro de la defensora de los derechos de los pueblos indígenas Anexa Alfred Cunningham, quien en septiembre de 2022 fue impedida de entrar a Nicaragua.

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El diputado no solo burló la decisión del régimen ingresando por puntos ciegos y apoyado por la comunidad miskita sino que lo hizo público en un video en que que reivindicaba su derecho como ciudadano nicaragüense.

El arresto de la diputada suplente Nancy Elizabeth Henríquez se dio el domingo 1 de octubre. Según sus familiares, fue llevada a la estación policial para supuestamente ponerla en conocimiento sobre la situación legal de Rivera y terminaron arrestándola.

“La libre expresión de sus pensamientos es un derecho humano universal y nadie debe ser encarcelado, perseguido o castigado por ejercer dichos derechos. El Ta Upla Brooklyn Rivera Bryan hizo uso de ese derecho ante la asamblea de la ONU en Nueva York por la defensa de los derechos de su pueblo”, reclama el liderazgo miskitu del vecino país. 

VÍNCULOS DE AMBOS PUEBLOS MISKITOS

Miskitu Asla Takanka considera como un acto de represión, persecución y violación de los derechos humanos e indígenas la detención de los parlamentarios y denunció que ambos diputados fueron secuestrados por hombres fuertemente armados con uniforme de la policía “poniendo en riesgo la vida de dichos líderes”.

“El Pueblo Indígena Miskitu de Honduras y Nicaragua es un solo pueblo con vínculos históricos de hermandad, fraternidad y solidario con ancestros en común, fortalecidos por las relaciones socioculturales del Sihkrutara desde los años 2004, hay divididos por intereses geopolíticos de los gobiernos nacionales”, expresan en el comunicado. 

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Tras la detención de Rivera, el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) ordenó el cierre de las dos radios que estaban bajo la administración de Yatama tanto de Bilwi en Puerto Cabezas como la Waspam.

Miskitu Asla Takanka considera que este cierre es una “clara violación a los derechos de los pueblos indígenas del mundo a su libre determinación como pueblos y no pueden ser callados”.