La violencia contra los indígenas caribeños no cesa: colonos asesinan a otro mayagna
El crimen ocurrió el 12 de septiembre en la comunidad indígena de San Andrés de Bocay, en Jinotega. Los organismos de derechos humanos exigen al Estado proteger a los comunitarios.
Otro ataque mortal contra la comunidad indígena mayagna se ha registrado en el territorio Sauni Bu, en la comunidad de San Andrés de Bocay, en el municipio de Wiwilí, departamento de Jinotega. Seis colonos armados llegaron a la zona a tomarse las propiedades disparando y mataron al dirigente indígena Clen Dixon Fernández, de 36 años.
El crimen fue denunciado la tarde del jueves por la organización INANA-AIP- Plataforma de Pueblos Indígenas y Afrodescendientes. En su comunicación demandan una vez más al Estado de Nicaragua, desarticular las bandas armadas que operan en los territorios indígenas a favor de los colonos y el saneamiento de sus propiedades ancestrales.
Según la organización, el ataque ocurrió cuando Dixon caminaba en compañía de tres comunitarios en dirección a sus parcelas agrícolas ubicadas en la comunidad de Kipih, del territorio Mayagna Sauni Bu. Mientras caminaban, los colonos los interceptaron y empezaron a disparar contra ellos y aunque tres lograron salir ilesos, Dixon resultó con impactos de bala en el abdomen y el brazo derecho.
Luego de replegarse a la comunidad, los tres indígenas que resultaron ilesos, regresaron al lugar de los hechos para rescatar a Dixon en compañía de otros comunitarios e inmediatamente lo trasladaron al hospital primario de San Andrés de Bocay. Para llevarlo hasta dicho centro asistencial tuvieron que caminar toda la noche en medio de un terreno accidentado y montañoso.
Según la denuncia, debido a la gravedad de las heridas de bala, Dixon fue trasladado la noche del 13 septiembre al hospital departamental de Jinotega, pero falleció en el trayecto. “Clen Dixon Fernández era miembro activo del movimiento juvenil deportivo y miembro del Movimiento de Jóvenes Indígenas del Territorio Mayagna Sauni Bu”, señala la denuncia.
El crimen se enmarca en un contexto de violencia para las comunidades indígenas del Norte y Caribe de Nicaragua. En lo que va del año, unos 70 miembros de territorios indígenas han sido asesinados por colonos que llegan a invadir sus tierras sin que el Estado tome cartas en el asunto.
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