Rosario Murillo acusa a la Iglesia católica de utilizar los templos "para mandar a matar"

La sancionada funcionaria acusa sin pruebas a líderes religiosos de ser "criminales de lesa humanidad" el mismo día en que un Grupo de Expertos de la ONU la acusa a ella y a Daniel Ortega por los mismos delitos

None
default.png
  • septiembre 12, 2023
  • 10:13 AM

La vocera del régimen Rosario Murillo acusó este martes a la Iglesia católica de Nicaragua de haber utilizado los templos para "mandar a matar" durante las protestas del 2018. Con esta imputación criminal, la funcionaria pretende endosar al clero los asesinatos impunes cometidos en el contexto de la represión oficialista que comandó la Policía Orteguista, justificando así el asedio, la persecución, el destierro y el encarcelamiento de religiosos.

Como una forma de menosprecio, Murillo dijo que prefería no mencionarlos con sus nombres y relacionó el repique de campanas de los templos con las muertes por la represión a las protestas. “Todo mundo sabe quién mandaba (a sonar) las campanas para que llegaran a asesinar a los hermanos en los municipios”.

LEA TAMBIÉN: La ONU confirma que los derechos humanos en Nicaragua no mejoraron nada en el último año

“¿Quién mandaba a tocar las campanas? Y ahora se pronuncian sacrílegamente, porque el que manda a matar es sacrilegio... ya sabemos que esos son los protegidos, preferidos de los imperios, porque son criminales de lesa humanidad usar los instrumentos de la paz, de las pastorales, de las concordias para mandar a matar. ¡Que sacrilegio por partida doble!”, acusó Murillo. 

En el contexto de las protestas las iglesias católicas de todo el paaís sirvieron de refugio para los ciudadanos que buscaban ponerse a salvo de los disparos de policías y parapolicías. Consta en videos, reportes de prensa y en informes de organismos de derechos humanos que el repique de las campanas era un aviso para que los ciudadanos se resguardaran. Advertía peligro. Ahora, Murillo dice era una señal para matar.

La sancionada funcionaria acusa sin pruebas a líderes religiosos de ser "criminales de lesa humanidad" el mismo día en que un Grupo de Expertos de la ONU la acusa a ella y a Daniel Ortega por los mismos delitos.

GUERRA CONTRA LA IGLESIA

Desde el 2018, la dictadura mantiene una política de ataques y agresiones contra la Iglesia católica. Como parte de la persecución religiosa, hace siete meses fue enviado a prisión el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, tras ser condenado a más de 26 años de cárcel por delitos considerados traición a la patria que implican el despojo de la nacionalidad y de todos sus bienes. 

También ha acusado a la Iglesia de delitos relacionados a lavado de dinero, mantiene congeladas sus cuentas bancarias sin abrir un juicio y no permite el ingreso de sacerdotes al país.

Este martes, Murillo reiteró su amenaza de que “con la paz no se juega” y tildó de “perversos y diabólicos” a los opositores que levantaron tranques en las vías durante las manifestaciones del 2018, impidiendo, según ella, la movilidad, la seguridad y el trabajo. 

LEA TAMBIÉN: «Que los capturen y los agarren del pelo»: la orden de Ortega a las policías ascendidas a comisionadas

“Cómo nos impusieron esos tranques de la muerte los perversos, diabólicos, como nos impusieron la zozobra en este país, cuánta muerte sembraron, todos ellos y todos juntos”, señaló la funcionaria. 

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos responsabiliza al régimen de más de 355 asesinatos durantes durante la represión a las protestas. Hasta ahora, no hay ni un solo funcionario juzgado por estos crímenes.

Ayúdanos a romper la censura, necesitamos tu apoyo para seguir informando

Donar