De JS a jueza: la trayectoria de Gloria María Saavedra, artífice de la confiscación de la UCA y del encierro de monseñor Álvarez

Hasta 2021, Gloria María Saavedra Corrales, la jueza que ordenó la confiscación de la Universidad Centroamericana (UCA), era una funcionaria anónima en el Poder Judicial. Llevaba ocho años ganando espacios de forma discreta en la institución, en la que se abrió las puertas con el aval político de la Juventud Sandinista y el título como Licenciada en Derecho que irónicamente recibió del alma mater que contribuyó a cerrar.

Actualmente, la jueza Saavedra Corrales ha pasado de ser una desconocida a una de las figuras más repudiadas del Sistema de Jusiticia nicaragüense. La efímera notoriedad que ha ganado en los últimos dos años es alimentada por el rechazo masivo a sus actuaciones como titular del Juzgado Décimo Distrito Penal de Audiencias de Managua.

"Acumula una larga lista de aberraciones jurídicas a su paso, ordenando confiscaciones y enseñándose contra los presos políticos", critica la abogada Yonarqui Martínez.

Parte del cuestionado historial judicial de Saavedra Corrales es la inhibición como candidata a la Vicepresidencia de la Miss Nicaragua 2017, Berenice Quezada, el 3 de agosto de 2021. La reina de belleza había aceptado el reto de competir en los cuestionados comicios presidenciales con la casilla de la Alianza Ciudadanos por la Libertad (ACxL) que también fue eliminada.

Un mes después, el 18 de septiembre del 2021, ella misma negó el permiso para que el líder universitario Max Jerez pudiera asistir al funeral de su mamá.

VERDUGO DE MONSEÑOR ÁLVAREZ

Sobre los hombros de la jueza también pesa el encierro en prisión del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez. La causa por acusaciones de delitos considerados traición a la patria por la dictadura fue depositada en manos de ella el 14 de diciembre 2022, pese a que ya había sido presentada el día anterior en el Juzgado Noveno.

"Esa acusación contra monseñor Rolando Álvarez, es fraudulenta, carente de requisitos como las otras que se han presentado contra opositores y ella tenía la facultad de abrir un proceso contra los policías que mantuvieron secuestrados a monseñor Álvarez en Matagalpa, pero optó por demostrar su lealtad al régimen", señaló.

Un juez con ética y profesionalismo -dice Martínez- "ni siquiera admitiría las acusaciones que ha presentado la Fiscalía contra los opositores, por incumplir con los requisitos y dejar en evidencia los montajes que realiza la Policía en coordinación con el Ministerio Público".

Según un funcionario del Poder Judicial, Gloria María Saavedra Corrales llegó como psante a mediados del 2013, por sermiembro de la Juventud Sandinista.

"Ahí empezó a ganarse la confianza de altos funcionarios del Poder Judicial, llevando escritos a diferentes despachos judiciales y, en corto tiempo, le dieron un puesto en la Oficina de Recepción de Distribución Causas y Escritos", relata.

Según una nota de prensa del Poder Judicial, el 28 de septiembre del 2015 Saavedra Corrales fue ascendida al cargo de coordinadora de la oficina de Apoyo Judicial del Tribunal de Apelaciones de Managua.

"Pese a su juventud tiene una considerable experiencia, pues antes había laborado en varias oficinas de atención a usuarios y en tramitación de causas", se lee en la nota de prensa.

FICHA FIEL

Sin embargo, la fuente asegura que la forma en que ha escalado en la estructura judicial ha dejado a más de un fiel orteguista, pues apareció "de la noche a la mañana como la nueva jueza del juzgado de Distrito Penal de Audiencias de Managua en sustitución de María Lidia Jerez Dávila. Esta última Celso Urbina Orozco tras ser ascendido a magistrado del Tribunal de Apelaciones de Granada, en mayo del 2020.

Explicó que los nombramientos en lo que salió beneficiada Saavedra Corrales, fueron parte de una serie de cambios de jueces y magistrados que realizó el régimen a partir de la feroz persecución que mantiene desde el 2018 contra opositores.

La abogada Yonarqui Martínez, asegura que la judicial se ganó en corto tiempo la confianza de la dictadura por demostrar que es capaz de hacer cualquier crueldad que le ordenen, sin temor a Dios. "Ella dio un salto enorme en su carrera judicial por premio a su lealtad al régimen y no por su capacidad, ya que los resultados que está dando como juez, así lo demuestran", manifestó.

Tras la confiscación de la UCA, el rechazo contra la jueza creció entre los nicaragüenses.