Ortega despotrica contra Colombia y la acusa de “intervencionista, insolente e ignorante”

El Ministerio de Relaciones Exteriores de la dictadura Ortega Murillo calificó de «intervencionista» al Gobierno de Colombia por expresar su postura de rechazo a la confiscación de la Universidad Centroamericana, el primero de Latinoamérica que condena la acción que violenta la libertad de pensamiento en Nicaragua.

En un comunicado firmado por el canciller Denis Moncada, el régimen calificó de “insolente e ignorante” el pronunciamiento que hiciera el Gobierno de Gustavo Petro en el que condena “con vehemencia todas las medidas que limitan la libertad religiosa, de cátedra y de expresión».

"El Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Soberana de Nicaragua, fiel a su política de no injerencia en los asuntos internos de otros pueblos, estados y gobiernos, rechaza categóricamente la posición intervencionista, que nada tiene de fraternidad nuestroamericana, expresada con insolencia e ignorancia vulgar sobre la corrección en el manejo de los asuntos entre los Estados, por la Cancillería Colombiana", dice la respuesta de Nicaragua.

Además, desconoce como "autoridad alguna" al Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia y le recomendó a ver los "problemas que afectan grandemente la vida y la indispensable convivencia ciudadana en su propio país".

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En un comunicado de la Cancillería colombiana, dirigida por Álvaro Leyva, se solidarizó con los estudiantes, profesores y todo el personal de la extinta UCA "por la incautación de los bienes de la UCA que, bajo la administración de la Compañía de Jesús, es una de las principales instituciones educativas de Nicaragua".

ORTEGA PIDE RESPETO

La respuesta de la Cancillería orteguista ha sido virulenta y demandó de Colombia "respeto" y con un lenguaje al margen de la diplomacia dijo que había que ver la paja en el ojo propio y no en el ajeno, para evitar "inmiscuirse en lo que no les concierne ni les concernirá, porque en Nicaragua somos libres y jamás volveremos a ser esclavos".

La dictadura de Nicaragua volvió a lanzar epítetos contra Colombia a quien señala de servil a los "amos imperiales" y que se despreocupa de sus propios problemas como la "desintegración social, la narco-política, la corrupción crónica, el engaño, el desfalco, la estafa, y el imperdonable despilfarro de la confianza y las esperanzas de un pueblo".

"El servilismo o servidumbre ante los amos imperiales nunca ha dejado nada bueno y nunca ha servido para ocultar las propias pestes, las más crudas miserias o desgracias, las enfermedades del alma que solo pueden curarse atendiéndose con esmero y devoción", señaló la Cancillería de Nicaragua.

ENFRENTADO A COLOMBIA

El dictador Daniel Ortega siempre ha mantenido una política de ataques contra Colombia, al que ha llamado narco-estado durante la administración de Iván Duque. Las relaciones mejoraron con la asunción de Gustavo Petro a la Presidencia, pero recientemente el embajador de Colombia en Managua León Fredy Muñoz fue llamado luego de participar en una marcha a favor de Ortega.

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Recientemente el dictador nicaragüense llamó a Petro tras el fallo de La Haya en el diferendo limítrofe en el mar Caribe y lo instó a buscar “la forma de plasmar esto en un decreto, acuerdo, donde queda claro que Nicaragua ya es dueña, como en efecto lo es y está ejerciendo soberanía, de esos 75 mil kilómetros cuadrados que le dio la Corte a Nicaragua en el Mar Caribe”.

Petro por su parte indicó que hablará con Ortega sobre “los nuevos fallos de la Corte y pueden hacer prevalecer que los pueblos del Caribe, los pueblos raizales en el mar puedan, tener derecho a la pesca sin ser molestados, puedan tener derecho a su subsistencia ancestral, puedan comunicarse entre sí sin barreras”.