El dilema de estudiantes de la UCA: migrar en busca de mejor educación o someterse al adoctrinamiento del régimen

Las últimas horas han sido inciertas para los estudiantes de la Universidad Centroamericana (UCA) que no aceptan de ninguna manera continuar sus estudios en una institución controlada por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Decenas de jóvenes ven ahora sus sueños truncados y no tienen un horizonte claro.

“Me siento perdida y desconcertada después de conocer sobre el cierre de la UCA, porque desde hace muchos años mi mayor enfoque era la UCA. Agradezco a la universidad porque fui becada y en este último año estaba haciendo mis pasantías para egresar y obtener mi título”, cuenta una estudiante de cuarto año de Comunicación consultada por DESPACHO 505 505.

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La joven dice que el régimen le ha robado su carrera: “No sé qué haré con mi vida, todavía estoy desconcertada, me quedo sin carrera, no quiero estudiar en una universidad adoctrinada en donde no hay libertad de expresión”.

Otro estudiante del último año, también de Comunicación, comenta que se sentía muy decepcionado por el futuro de su carrera y por sus compañeros que no pueden irse al extranjero a continuar sus estudios.

Ambos estudiantes coinciden en que la UCA era uno de los pocos espacios de libertad existentes en el paísdonde los jóvenes se podían manifestar libremente en clases, sin que nadie les coartara.

“La UCA era el lugar donde podía pasar tranquilo, sin miedo, donde pasaba la mayor parte del tiempo, donde me sentía libre de pensar y opinar; realmente era un espacio de libertad, donde me sentía seguro”, añade uno de los jóvenes consultados.

Los estudiantes creen que el legado que deja la UCA nadie lo puede confiscar: se podrán robar las aulas, los pasillos, los edificios, toda la infraestructura, pero el pensamiento de los jóvenes jamás, dicen como una especie de mantra.

Los estudiantes de la UCA se lamentam que ni siquiera tuvieron tiempo para despedirse de sus compañeros de clase y de sus profesores, a quienes agradecen por compartir sus experiencias y conocimientos. Otra joven recién egresada de la UCA manifestó el mismo sentimiento que los demás consultados y señaló que fue becada durante toda su carrera.

“El régimen me ha robado el sueño de estudiar una maestría o un doctorado que era una de mis metas a corto plazo", dijo la joven egresada. “Aprendí a leer bien y a hablar en público gracias a la UCA, porque venía de una secundaria muy deficiente”, escribió en Facebook un comunicador graduado de esta universidad.

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“Solo fue posible mis estudios por la voluntad de la Compañía de Jesús que aportó en mi educación, para que yo fuera un licenciado en Derecho, ahora 30 años después defensor de derechos humanos, orgullosamente UCA. Comparezco para repudiar el asalto del régimen de Ortega Murillo contra la UCA”, dijo el abogado Gonzalo Carrión, uno de los defensores de derechos humanos de mayor importancia en Nicaragua.