El embajador de Colombia sigue en coqueteos con la dictadura de Nicaragua

El embajador de Colombia en Nicaragua, León Fredy Muñoz, volvió al escenario público este fin de semana durante el Festival de las Artes, Cultura y Gastronomía de Nuestros Pueblos que organizó el Instituto de Turismo (Intur).

El evento fue promovido por Anasha Campbell Lewi, co-directora del Intur, con la que Muñoz se tomó una fotografía. En un post en redes sociales, el embajador indicó que este fue un “espacio lleno de hermandad y solidaridad entre pueblos”.

Esta vez Muñoz no portó el pañuelo rojinegro con que apareció en una manifestación en los primeros días de julio de este año ni se pronunció en favor de la dictadura de Daniel Ortega.

Para el exembajador de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields, el diplomático colombiano “sigue intentando cortejar a la dictadura de Ortega en Nicaragua para garantizar negociación sobre derechos de pesca de los pueblos raizales”.

McFields es del criterio de que la Administración de Gustavo Petro, quien este 7 de agosto cumple un año al frente del Gobierno, no le importan los derechos humanos, los exiliados, los presos políticos y las confiscaciones en Nicaragua.

“Lo único que le importa es arreglar una especie de acuerdo de caballeros entre Ortega y el Gobierno de Colombia, para garantizar la pesca para los pueblos de los raizales. Un tanto mercantilista diría yo”, apuntó el exdiplomático quien indica que la pesca es un recurso económico importante para la nación suramericana.

¿QUÉ TAN AVANZADAS ESTÁN LAS NEGOCIACIONES?

La postura de McFields es porque el pasado el pasado 13 de julio, la Corte Internacional de Justicia de La Haya rechazó la petición de Nicaragua de expandir su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas y confirmó los límites que ya fijó en noviembre de 2012.

Para entonces, otorgó la soberanía de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina a Colombia, pero le obligó a ceder casi 75,000 kilómetros cuadrados del mar Caribe a Nicaragua.

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Días después, Ortega llamó a Petro a acatar los fallos que ha dictado el tribunal internacional incluyendo el del 2012 y lo instó a buscar “la forma de plasmar esto en un decreto, acuerdo, donde queda claro que Nicaragua ya es dueña, como en efecto lo es y está ejerciendo soberanía, de esos 75 mil kilómetros cuadrados que le dio la Corte a Nicaragua en el Mar Caribe”.

Petro por su parte indicó que hablará con Ortega sobre como “estos nuevos fallos de la Corte pueden hacer prevalecer que los pueblos del Caribe, los pueblos raizales en este suroccidente del mar puedan, tener derecho a la pesca sin ser molestados, puedan tener derecho a su subsistencia ancestral, puedan comunicarse entre sí sin barreras”.

Se desconoce hasta dónde han avanzado esas conversaciones, ya que ni Managua ni Bogotá han informado sobre el tema. Pero McFields indica que Petro apuesta por la negociación y por eso mantiene en la embajada a León Fredy Muñoz, “un fanático sandinista como León Fredy Muñoz”.

“Por eso no lo ha removido a pesar de que es un embajador que no conoce nada de diplomacia, que ha sido acusado de presunto narcotráfico a pesar de que violó la convención de Viena al inmiscurise en temas partidarios y de política interna en Nicaragua”, expone McFields.

CANCILLERIA COLOMBIANA MANDÓ A MUÑOZ A CURSO DE REINDUCCIÓN

El diplomático colombiano fue noticia recientemente por su participación en una marcha del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en la ciudad de León, previo a la celebración del 19 de julio. En esa ocasión Muñoz fue visto portando símbolos alusivos al partido rojinegro de Ortega.

Además, ofreció declaraciones a medios de comunicación afines al régimen en los manifestó que Nicaragua era un “pueblo alegre, bonito, amable y sobre todo convencido de su revolución. Estoy gratamente sorprendido”.

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Días después Muñoz publicó un comunicado donde justificó su participación al expresar que era su “obligación como embajador participar en reuniones y/o actividades importantes para el Gobierno Sandinista, ya que debo hacer presencia estratégica para cuidar los intereses nacionales de Colombia en Nicaragua”.

La Cancillería colombiana llamó a Muñoz para que explicará su participación en la manifestación y según medios de esa nación, la sanción que resolvieron aplicarle fue un proceso de reinducción, sumado a un memorando llamándole la atención. 

La Procuraduría General de Colombia le abrió una investigación a Muñoz por su presunta participación en una marcha en favor de Ortega.