"Chinegros", los "nietos" de Santa Ana, se dan palos en las calles de Nindirí
Decenas de fieles vestidos con sacos negros, pantalones blancos y gorros de flores, bailaron al pie de la iglesia de su "abuela" Santa Ana, que en esta ocasión no salió más allá del atrio por prohibición de la dictadura.
- julio 27, 2023
- 04:00 AM
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En el pintoresco pueblo, los "nietos" de Santa Ana y San Joaquín pagan las promesas hechas a estos santos con dolor, al darse de palos en una batalla violenta y a la vez rítmica, en una tradición que lleva más de cuatro siglos y es conocida como los "Chinegros".
Por promesa o por favores recibidos, cientos de nicaragüenses con sus rostros de negro pintados con carbón y vaselina, le bailan a su patrona Santa Ana, la abuela de Jesucristo en la fe cristiana, y a quien los hombres le honran batiéndose a golpes con reglas de madera.
Las calles de Nindirí, un pueblo enclavado entre las ciudades de Managua y Masaya, se llenaron de decenas de personas que se atacaron con largas piezas de chaperno, una madera nativa de Centroamérica y que una vez seca se vuelve extremadamente dura.
Desde temprano, Álvaro José Caldera junto con decenas de fieles vestidos con sacos negros, pantalones blancos y gorros de flores, bailaron al pie de la iglesia de su "abuela" Santa Ana, que en esta ocasión no salió más allá del atrio por prohibición de la dictadura, al alegar razones de seguridad.
"Lo mío consiste en una promesa y devoción", explica a EFE Caldera, que lleva 23 años participando en la danza de los Chinegros.
Asegura que cada año le pide a su "abuela" salud y sabiduría para seguir danzando "hasta el último día de su vida".
Bajo un sol que quema, los duelos con la reglas de chaperno se llevan a cabo, aunque únicamente se dan al son de un ritmo de música específico y cuando los ánimos se elevan son interrumpidos por un personaje conocido como "yegüita", que pasa en medio de los contrincantes.
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Elvin José Cerrato Membreño tiene nueve años de participar bailando al pie de su "abuela", que fue, según su creencia, la que intercedió ante Dios para que su padre sobreviviera a un fatídico accidente que lo dejó con parte de su cuerpo paralizado. "Gracias a Santa Ana lo tenemos en casa".