La dictadura asaltó a medianoche la sede de religiosas en León y las secuestró para sacarlas del país

Momentos de terror vivieron religiosas integrantes de la Fraternidad Pobres de Jesucristo, cuando su sede en León, en el occidente del país, fue invadida por policías del régimen la medianoche de este domingo. Las religiosas fueron sacadas del lugar y aparentemente expulsadas del país.

Las religiosas dejarían el país la semana próxima, debido a que las autoridades de la Dirección de Migración y Extranjería no les renovó su residencia. Pero la dictadura, en guerra feroz contra la iglesia Católica, asaltó la sede hace una horas y la dejó bajo custodia. A ellas se les llevaron.

En las primeras horas de la mañana de este domingo, el paradero de las religiosas, era desconocido para los integrantes de la comunidad leonesa a la que servían, por lo que expresaron su preocupación en redes sociales donde también denunciaron el asalto a la casa que habitaban.

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“Actuaron como delincuentes, se las llevaron con rumbo desconocido”, dijo la investigadora Martha Molina, la abogada que ha recopilado los ataques del régimen contra la iglesia Católica. “Esperamos se respete su integridad”, demandó la especialista.

EXPULSADAS

Feligreses de León confiaron que las monjas fueron sacadas del país y que se encontraban ya seguras en El Salvador, a dónde se irían, después que Migración les informó no podrían continuar en el país sin darles argumentos razonables.

Una fuente religiosa agregó al medio Confidencial que las monjas “continuarían su ministerio” en ese país centroamericano. Las religiosas trabajaban en ese departamento desde hace siete años. Desde el año 2016, se han dedicado a asistir a gente de escasos recursos con alimentos y ropa.

La orden de las religiosas cuenta con personas consagradas, sacerdotes y laicos. Tienen sedes en 14 países, cuatro de los cuales están en la región: Costa Rica, El Salvador, Guatemala y hasta este domingo en Nicaragua. La orden Fraternidad Pobres de Jesucristo, pertenece a la Fraternidad Franciscana.

RÉGIMEN NO DETIENE REPRESIÓN

Pese a las criticas que ha recibido y a la demanda de la comunidad internacional de detener la persecución religiosa, el régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, no detienen la represión contra los integrantes de la iglesia Católica nicaragüense.

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En este contexto de asedio de ataques frontales, más de 40 religiosos han sido expulsados del país y más de 30 sacerdotes nicaragüenses han tenido que exiliarse para evitar ir a la cárcel procesados por delitos políticos. Molina dice que hay todavía casos que no se han documentado, porque los religiosos también temen por su familia.

Hace un año, el 6 de julio, el régimen expulsó a 18 Misioneras de la Caridad, la orden que en Nicaragua fundó Madre Teresa de Calcuta, una de las más dramáticas expulsiones de la dictadura contra monjas que trabajan por la gente necesitada en el país.

Las Misioneras de la Caridad fueron llevadas en microbuses hacia la frontera con Costa Rica por la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME)y agentes de policía fuertemente armado, algo nunca visto en la historia de Nicaragua.